Adolescentes y síndrome FoMO: qué es y cómo superarlo

Es sencillo de imaginar: un adolescente se ha quedado en casa el sábado porque tenía que estudiar, o quizá estaba castigado, y va mirando sus redes sociales. Alguien pasándolo bien en la discoteca; un grupo divirtiéndose en una fiesta privada; otros pocos más, en la playa… El adolescente en cuestión se siente desplazado, socialmente aislado. Sigue mirando el móvil: más gente haciendo cosas mientras él está encerrado en casa. Y la angustia que crece. Se llama FoMO y puede ser muy problemático para los adolescentes.

FoMO, acrónimo de Fear of Missing Out, significa, literalmente, ‘miedo de quedarse fuera’. Miedo a perderse las cosas, a no pertenecer al grupo, al aislamiento social.

Por supuesto, el FoMO no es exclusivo de la adolescencia pero, como sucede con muchas conductas adictivas, y especialmente las que se relacionan con los dispositivos tecnológicos, los adolescentes tienen una tendencia mayor que otros grupos de edad a manifestarlo. 

Por suerte, entendiendo los mecanismos de funcionamiento del FoMo podemos ayudar a los adolescentes a combatirlo.

¿Qué es el FoMO y por qué afecta más a los adolescentes?

El primer artículo científico que habla de FoMO es de 2013, y lo firma Przybylski, entre otros autores. 

En él se define el Fear of Missing Out como “La preocupación que una persona puede experimentar al saber que otros están teniendo experiencias agradables en las cuales uno no está presente”. El FoMO “agudiza la necesidad de estar conectado continuamente y podría manifestarse como una forma de ansiedad social”.

El FoMO sería, por tanto, ese miedo, tan antiguo como la adolescencia, a no ser invitado a las fiestas. ¿Por qué, entonces, no tiene nombre hasta 2013?

La respuesta la da el mismo artículo, pues queda clara la relación del FoMO con las nuevas tecnologías. 

No es que ese tipo de ansiedad no existiera antes, es que las nuevas tecnologías la agudizan. 

No es, tampoco, que internet sea malo: las nuevas tecnologías son herramientas que, bien usadas, tienen beneficios innegables (amplían el círculo social, sirven de apoyo para los problemas personales, ayudan a explorar la propia identidad).

No: el problema es el uso abusivo de las nuevas tecnologías, que puede traducirse en dificultades en el manejo del estrés e impulsividad cognitiva. 

El FoMO se relaciona de manera directa con el uso problemático de internet: quienes lo padecen tienden a conectarse más, quedando así más expuestos a las imágenes que otras personas comparten, lo que aumenta su ansiedad. Un círculo que solo tiende a empeorar.

Si estás teniendo problemas para controlar las nuevas tecnologías en casa, si tu adolescente está abusando de ellas y no sabes cómo poner límites, echa un vistazo a nuestro programa Adolescentes ConectadOFF, donde te ayudo a acabar con el uso abusivo de las pantallas. Además estamos de Flash Sale durante las próximas 48h con un 50% de descuento usando el cupón PANTALLAS23.

Por qué en el FoMO se da más en la adolescencia

Una vez que se entiende bien lo que es el FoMO, es sencillo comprender por qué es más frecuente en la adolescencia que en otros momentos de la vida:

Los adolescentes son más sensibles a la influencia de los pares

Es una cuestión cerebral: la adolescencia es la edad en la que se “sale de casa” para construir la propia identidad, de forma independiente de la familia, por lo que los adolescentes dan mucha importancia al grupo de iguales, y sienten la necesidad de estar integrados en él. El FoMO es, precisamente, una manifestación de esa necesidad de pertenencia. 

Los adolescentes usan más las redes

Todos los estudios lo corroboran: los adolescentes son el grupo de edad que más utiliza internet. Más de un 99% de las personas entre 16 y 24 años usa internet de forma “frecuente”, según el último estudio del INE. Y quienes más usan internet tienen una vulnerabilidad mayor frente al FoMO.

Los adolescentes tienen una menor autoestima

El FoMO se relaciona con la autoestima: cuanto menor es esta, mayor es el riesgo de sufrir FoMO. Lo cual tiene mucha lógica, pues las personas que tienen una pobre autoestima se valoran a través de la opinión de los demás y, por tanto, experimentan sensaciones más desagradables cuando sienten que se les ha dejado de lado.

Los adolescentes son más narcisistas

También se sabe que las personas que usan más a menudo las redes sociales presentan perfiles más narcisistas, pues las redes permiten obtener un rápido reconocimiento a través de comentarios y “me gustas”, lo que refuerza la sensación de idealización del yo.

Síntomas del FoMO

No siendo el FoMO una enfermedad mental en sí, sí sabemos que puede agudizar algunos problemas subyacentes, como la ansiedad social o la depresión. 

Por tanto, habrá que estar muy atentos para detectar en los adolescentes los síntomas de FoMO, como son:

1. Necesidad de utilizar y revisar las redes continuamente

Es, como decíamos, una necesidad que se retroalimenta: a mayor uso, mayor necesidad. Se relaciona con la nomofobia, ese miedo a no tener acceso al teléfono móvil que puede llegar a ser muy incapacitante.

2. Menor rendimiento en la escuela

Las personas con FoMO suelen presentar un rendimiento bajo en las tareas inexcusables, como la asistencia a clase o el trabajo; sea por la ansiedad que les produce el no poder acceder a las redes sociales en todo momento o bien porque se interrumpen para mirarlas.

3. Desinterés por temas ajenos a las redes sociales

Un adolescente con FoMO es un adolescente que deja de lado sus intereses para pasar más tiempo en redes sociales. Todo aquello que antes le interesara, sea lo que sea, termina quedando en segundo plano.

4. Trastornos de ansiedad

El FoMO puede acabar generando ansiedad social, que es un temor intenso a ser juzgado por los demás, como consecuencia del sentimiento de inferioridad que se experimenta al no ser incluido en el grupo al que se querría pertenecer. 

5. Sedentarismo y obesidad

Como todo trastorno relacionado con el uso de internet, el FoMO puede llevar al sedentarismo, y este a la obesidad, debido a que las personas con FoMO suelen abandonar sus aficiones anteriores para quedarse mirando las redes sociales.

Cómo ayudar a un adolescente a superar el FoMO

Si has observado en tu adolescente conductas que te hacen sospechar de un FoMO, puedes ayudarle: 

• Intenta que se enfoque en lo positivo

En vez de estar siempre pensando en lo que no tiene, lo que le falta, lo que no es… Enséñale a ver y a valorar aquello que sí es, lo que sí tiene. Esto ayudará a mejorar su autoestima y, con ello, a disminuir el FoMO. 

Recuerda que tu adolescente está construyendo su autoestima en este momento, que aún no tiene muchos recursos para ello, así que deberá construirla a través de ti. Aquello que le dices hoy es lo que se dirá el día de mañana. 

• Anímale a aparcar el móvil y salir un rato

Salir afuera, tomar el aire, hacer una ruta de senderismo o deporte siempre va bien. Anímale a hacerlo, acompáñale, aunque solo sea un rato. Moverse ayuda a relajarse, a relativizar los problemas, a superar la ansiedad.

• Enséñale a construir conexiones auténticas

A veces el verdadero problema de los adolescentes es que intentan conectar con las personas equivocadas: las más populares, las que parece que se divierten más… Pero no: de lo que se trata es de que las amistades sean auténticas, de confianza, que den sostén. Cuando las conexiones son verdaderas, no hay exclusión. 

• Apóyale para que haga lo que le gusta

Hay una correlación directa entre hacer lo que le gusta a alguien, tener una afición que de verdad importe, y el bienestar y la autoestima. Si tu adolescente se dedica a su hobby no solo vencerá la ansiedad sino que, muy probablemente, conseguirá conectar con personas con sus mismos intereses. 

• Y si nada de esto es suficiente… Pedid ayuda

La ansiedad es un problema serio y, cuando ya está instalada, a veces lo mejor que podemos hacer es recurrir a ayuda profesional. No dudes en hablar con el equipo de orientación del centro de tu hijo o con su pediatra para que recomiende a un psicólogo. Recuerda que la salud mental es fundamental para la buena salud.

¿Sabías lo que era el FoMO? ¿Crees que tu hijo adolescente lo ha sufrido o lo sufre? Cuéntanos cómo lo has enfocado y si te han ayudado estos consejos.