Un hijo adolescente tímido necesita esto de ti

Tu hija adolescente, que era una niña sociable y expansiva, se ha vuelto tímida de pronto. Le da vergüenza levantar la mano en clase (aunque sepa la respuesta), hablar con desconocidos (aunque sea para pedir su talla de ese vestido que le encanta) y comenzar actividades nuevas (aunque le resulten muy atractivas). Y es que sabemos, o creemos saber, muchas cosas de la adolescencia, pero hay una de la que casi nadie habla: la timidez. ¿Qué necesita un adolescente tímido?

Comencemos por lo más obvio. Los adolescentes tienen muchas, muchas razones para ser tímidos. Están en un proceso de cambio radical: cuerpo, cerebro, vida social, personalidad… Un día tu hijo adora los dinosaurios y al siguiente solamente quiere encerrarse con la consola. Tu hija, sin previo aviso, arrincona las camisetas rosas con unicornios y solamente quiere vestirse de negro. Cambios tan rápidos que ni siquiera ellos mismos los entienden. ¿Cómo no sentirse intimidado en situaciones sociales?

Pero la timidez no es algo esencialmente malo; de hecho, puede ser una respuesta muy adaptativa, pues permite, antes de actuar, observar las situaciones, entenderlas y planificar la conducta.

Por otro lado, la timidez propia de la adolescencia suele ir desapareciendo de manera natural. Es normal: cuantas más experiencias se acumulen, más sencillo será reaccionar ante ellas.

Entonces, ¿es necesario cambiar a un adolescente tímido?

Pues la realidad es que depende. Porque hay diferentes tipos, o diferentes grados de timidez, y no todos los tímidos necesitan ayuda, aunque hay algo que sí necesitan todos.

Adolescente tímido te necesita
En la adolescencia confluyen una serie de factores que provocan que chicos y chicas que no eran tímidos lo sean durante una etapa

¿Qué es la timidez y por qué aparece en la adolescencia?

La timidez se define, en psicología, como la tendencia por parte de una persona a sentirse incómodo, inhibido, torpe y muy consciente sí mismo en presencia de otras personas, lo que produce incapacidad para participar en la vida social, aunque se desee y se sepa cómo hacerlo. Este rasgo es un continuo, que todos poseemos en mayor o menor medida y que se muestra de forma más evidente en algunos momentos. 

Además, es importante distinguir entre timidez e introversión. Las personas introvertidas no tienen por qué sentirse ansiosas o preocupadas en las interacciones sociales: son, sencillamente, personas que valoran más su espacio individual, que necesitan menos relaciones sociales que otras.  

Hay algunas tendencias que son comunes a las personas tímidas y a las introvertidas (como salir poco en su tiempo libre, o no acudir a actividades sociales como fiestas, cumpleaños, etc.) pero algunas características son exclusivas de la timidez.

Características de la timidez

  • Falta de asertividad (por no confrontar las opiniones de los otros).
  • Sentimiento de incomodidad, inseguridad, nerviosismo o miedo ante los demás.
  • Niveles altos de ansiedad (cuando se prevé el enfrentarse a una situación social que no se sienten capaces de dominar).
  • Síntomas psicofisiológicos (desde ponerse colorado, temblar, quedarse sin habla o sin respiración… Hasta tensión muscular o malestar gastrointestinal).
  • Descarga emocional (llorar sin razón aparente, como válvula de escape).
  • Inhibición conductual (dejar de realizar algunas actividades, aunque apetezcan, por no exponerse).

Causas de la timidez

Las causas de la timidez son diversas; pero sabemos que, en todas las personas, influyen diferentes factores: Adolescente tímida

  • La predisposición genética. Algunas personas tienen esa tendencia natural, grabada en sus genes, a la timidez, pero esto no hace de ellas personas tímidas, necesariamente.
  • Las experiencias vitales. Si la persona se ha expuesto en diversas ocasiones a la mirada de los otros y ha resultado mal, entonces es muy probable que reaccione con retraimiento.
  • Las causas ambientales, es decir, la educación. Está más que demostrado que existe un modelado ma-paterno hacia la timidez. Los hijos de personas que no son tímidas tienden a no serlo tampoco, y, por otro lado, los niños educados en la autoconfianza también lo son menos.

Factores que llevan a ser tímido

Por otro lado, en la adolescencia confluyen una serie de factores que provocan que chicos y chicas que no eran tímidos lo sean durante una etapa, por diversas razones:

  • Razones físicas: a partir de la pubertad, son muchos los jóvenes que tienden a no reconocerse en su propio cuerpo, pues experimentan muchos cambios, de manera muy rápida, y casi no tienen tiempo para acostumbrarse. Esto les provoca mucha inseguridad. 
  • Razones cerebrales y emocionales: es bien sabido que en la adolescencia las emociones están disparadas, porque la corteza cerebral aún no ha terminado de desarrollarse y el sistema límbico (que controla las emociones) está sobreestimulado. Esto deja grandes espacios para la sobre-aparición de la vergüenza y la ansiedad.
  • Razones sociales: el adolescente ya no es un niño, aún no conoce bien su nuevo rol social y tiene miedo de “equivocarse”.

¿Tiene consecuencias la timidez?

Está claro que es indispensable relacionarse con otros y, además, vivimos en una época de sobreexposición, lo que hace que la timidez tenga muy mala fama. 

Por eso, antes de plantearse intervenir, hay que observar con atención si se dan, en el adolescente, algunas consecuencias negativas de la timidez

  • Resultados académicos por debajo de su capacidad, por no ser capaces de preguntar o de mostrar sus conocimientos en un momento dado (por ejemplo, cuando la profesora pregunta en clase).
  • Frustración en las relaciones amorosas y sentimentales, pues les cuesta mucho acercarse a personas que les interesan.
  • Sentimientos de inferioridad y baja autoestima, provocados por la incapacidad para actuar en determinados momentos. La baja autoestima se relaciona con la timidez como un círculo vicioso, es causa y consecuencia de esta. 

Lo que necesita un adolescente tímido

Con todo lo que venimos diciendo va quedando claro, creemos, que no todas las personas tímidas necesitan ayuda

Solo necesitan que intervengamos aquellos adolescentes que manifiestan que la timidez les incomoda o les supone un obstáculo para sus planes. Y es que, por un lado, la timidez adolescente tiende a superarse y, por otro, las personas naturalmente tímidas suelen aprender a manejarse en las situaciones cotidianas. 

Intervenir sin necesidad puede ser perjudicial, pero hacerlo a tiempo, cuando hace falta, puede evitar que la timidez derive en un trastorno de ansiedad denominado “fobia social”, para cuya superación sería necesario ver a un psicólogo.

En cualquier caso, hay algo que todos los adolescentes tímidos necesitan: aceptación.

Sea tímido por su propia naturaleza o por la etapa que atraviesa, e independientemente del grado de malestar que esto le genera, un adolescente tímido necesita saber que la timidez no es mala y, sobre todo, que no dice nada negativo de su persona. 

AdolescenteZ de la A a la Z

¿Cómo ayudar a un adolescente tímido?

Siendo la adolescencia un momento de tanta necesidad social, es cierto que la mayoría de los adolescentes querrán atravesar ese momento de timidez lo más rápidamente posible. Hay algunas cosas que puedes hacer para ayudarles:

1. No le compares ni le culpes

No le digas aquello de que “claro, si hablaras en clase tendrías mejores notas” o que su amigo Fulanito sí es capaz de pedir una pizza por teléfono. Sí puedes, sin embargo, dejar constancia de sus limitaciones, de la manera más objetiva que seas capaz. Aunque es casi seguro que tu adolescente ya las conoce, ver cómo otras personas son conscientes, con comprensión y cariño, le puede ayudar a aceptarlas.

2. Defiéndele, pero no le superprotejas

A veces los adultos hablamos de los niños, y de los adolescentes, como si no estuvieran. Si te encuentras en una situación en la que otro adulto considera que está mal que tu hijo no hable, dile simplemente que “no es muy hablador” y corta esa conversación. Sí que puedes pedirle a tu adolescente un pacto de mínimos, por ejemplo, que salude a esa tía a la que apenas ve o que intercambie unas palabras amables con tus amigos.

3. Ensayad las situaciones difíciles

Sí, puede parecer un poco raro, pero a veces no está de más ensayar un poco esas situaciones que a tu adolescente le cuestan más. Intervenir en clase, hacer una pregunta en una tienda, pedir una consumición en un bar… Este ensayo le dará seguridad para poder sentirse mejor en el momento en que la situación sea real.

4. Fomenta su empatía

Los adolescentes están muy centrados en el yo y, por ese motivo, en ocasiones no son conscientes de que los otros también podrían estar pasando por lo mismo que ellos. Por eso es importante, cuando un adolescente quiere superar una fase de timidez, que sea capaz de entender que no es la única persona que se siente así. 

5. Enséñale técnicas de relajación

A veces sucede que, a pesar de haberse concienciado y de haber ensayado, el adolescente se pone extremadamente nervioso: es normal. En esos casos, lo mejor es comenzar por lo físico: las técnicas de relajación pueden llegar a calmarle lo suficiente como para que se atreva a dar ese paso que le está costando

Si, recordándole todo lo que vale, le dejas que vaya practicando poco a poco, a su ritmo, verás cómo va superando esos momentos de timidez y enfrentándose cada vez mejor a las situaciones que ahora le producen angustia.

¿Eras tímida de adolescente? ¿Lo es ahora tu hijo? Cuéntanos cómo lo superasteis.

1 comentario. Dejar nuevo

  • Hola, cuando joven si, era tímida, y lo que me ayudó a mejorarlo fueron los campamentos vacacionales, allí todos somos iguales y libres.

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