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Diez mejores actividades de verano para tu adolescente
Va terminando el mes de junio, que siempre viene cargado de eventos, de emociones y de estrés, y llegan las vacaciones de verano, ese momento esperadísimo… Hasta que llega. Porque, quien tiene uno en casa lo sabe, el verano con adolescentes es lo menos parecido a un momento de relax que existe. Hay adolescentes que se levantan el primer día de las vacaciones diciendo que se aburren, y… En el momento en que esa frase sale por su boca, sabemos que la vamos a escuchar a diario hasta que empiece el curso escolar.
La etapa adolescente (especialmente la primera adolescencia) es muy complicada en este sentido, pues pasar el día en la piscina o en la playa sin ningún objetivo les parece algo infantil, pero todavía no tienen la autonomía como para organizarse libremente con sus amigos.
A eso hay que unirle las dificultades para conciliar (no todo el mundo puede organizarse para trabajar desde casa), los problemas que causan, a veces, las expectativas que ellos mismos se han creado (hay adolescentes que piensan que van a pasarse el verano jugando a la consola, o yendo de casa en casa de sus amistades sin apenas supervisión adulta), la comparación inevitable, a veces, con otros chicos y chicas de su edad (que levante la mano quien no se haya sentido culpable porque su adolescente “no hace nada” mientras otros van a cursos intensivos de inglés), la “necesidad” (real o autoimpuesta) de que repasen los contenidos del curso para que no lleguen al aula en septiembre habiendo olvidado lo que aprendieron el año anterior…
La buena noticia es que la mayoría de los adolescentes todavía disfrutan del tiempo que pasan con sus familias, y que puedes aprovechar ese interés para organizar actividades juntos que os ayuden a reconectar después de un curso de estrés y prisas.
Porque la clave de un buen verano adolescente es encontrar el equilibrio entre diversión familiar, diversión en solitario y actividades productivas. Una combinación de actividad y aburrimiento que les permita descansar, crecer y encarar el siguiente curso escolar con más energía y herramientas.
Algunos consejos para organizar los veranos adolescentes
Encontrar un equilibrio no siempre es fácil, pero pasa por trazarse una estructura razonable. Hablamos de “estructura razonable”, es decir, de fijarnos unos mínimos que nos ayuden, no un plan detallado que nos suponga el mismo esfuerzo organizativo que el del curso escolar. Proponemos algunos consejos para hacerlo.
Parcela el tiempo siguiendo la regla de los tercios
La psicóloga especialista en adolescentes Lisa Damour propone una solución que nos parece bastante razonable: parcelar el tiempo de modo que todos los días, o todas las semanas, haya momentos desestructurados (aquellos en que nuestro adolescente “se aburre”, pues también ha de aprender a lidiar con su propio aburrimiento), momentos de diversión estructurada, en familia o en una colonia urbana o campamento, y momentos más “productivos”, en los que se dedique a estudiar, a alguna tarea doméstica o a un pequeño trabajo de verano.
El equilibrio perfecto, lo diremos una vez más, no existe, pero Damour aconseja dedicar una tercera parte del tiempo a cada uno de estos ámbitos. De esta manera es más sencillo llegar a unos mínimos sin agobiarse.
Ten en cuenta los gustos de tu adolescente
Muchas familias caen en varios errores cuando llega el momento de organizar el verano: o bien no tienen en cuenta los gustos de sus adolescentes hoy (porque piensan en los gustos de cuando eran niños, sin darse cuenta de que han cambiado) o bien quieren dedicar el verano a compensar las supuestas carencias de sus adolescentes (repasar aquella materia que se les da peor, o ayudarles con situaciones que les son difíciles – como socializar en gran grupo en el caso de los introvertidos).
Se hace con la mejor intención, pero en ocasiones olvidando que estar haciendo por obligación aquello que no gusta no es la mejor manera de recargar pilas.
Piensa en la manera que tiene cada uno de recargar las pilas
En tu familia, como en todas, seguramente cada cual tendrá su propia manera de recargar pilas. Hay adolescentes que necesitan mucho tiempo de transición entre una actividad y la siguiente, a los que les va a venir bien un día más descansado; otros, querrán hacer un rato de deporte para despejarse si han estado estudiando… En la medida de lo posible, ten en cuenta y respeta estos ritmos internos, porque es la mejor manera de que la planificación sea beneficiosa para todos.
Relaja las normas
Trata de establecer (y mejor aún, de negociar) nuevas normas en verano, adaptadas a un momento más distendido: más tiempo de pantalla, una hora de llegada más tardía, menor exigencia a la hora de estudiar… Tú decides qué barrera puedes levantar durante estas semanas, pero recuerda que, a menos que haya un motivo de peso para no hacerlo, relajar las normas hará que tu adolescente esté más dispuesto a cumplirlas.
Diez mejores actividades de verano para adolescentes
Proponemos diez pero podríamos proponer cinco o veinte. Lo importante no es el qué, sino el cómo, la manera de alternarlas y de organizar las vacaciones. Porque de verdad que, con un mínimo de estructura, os va a dar tiempo a todo.
1. Mejorar en algo que se le da bien
Probablemente hayas escuchado una frase atribuida a Jodorowsky: “todos servimos para algo pero no todos servimos para lo mismo”. Pues bien, el verano es el momento de ponerla en práctica. ¿Que a tu adolescente se le da bien el baloncesto? Apúntalo a unas clases o acompáñalo para practicar más a menudo. Lo mismo con cualquier cosa que le guste: el dibujo, la música, la programación… El verano es el momento perfecto para desarrollar proyectos y habilidades personales.
2. Aprender algo radicalmente nuevo
Ya lo sabes: al cerebro adolescente le atrae la novedad. Una persona adolescente está buscando su identidad, y el experimentar con actividades nuevas forma parte de esa búsqueda. ¿Recuerdas esa conversación que tuviste con tu hija en la que mencionó que le gustaría ir a clase de danza? ¿O cuando tu hijo te comentó que quería empezar a tocar el piano? Pues tira de ese hilo y proponle, este verano, hacer algo que no hayan hecho nunca.
3. Repasar o anticipar contenidos para el curso siguiente
Estamos diciéndolo: en verano hay tiempo para todo y, sí, también para tratar de no olvidar lo aprendido. No es imprescindible realizar, durante las vacaciones, actividades escolares (quizá encuentres una manera más contextualizada de repasar, como clasificar las plantas de los lugares que visitáis, escribir un diario de verano, ver películas en inglés…) pero, si tu adolescente tiene problemas con la rutina de estudio, quizá sí sea mejor optar por actividades estructuradas.
4. Aprender tareas domésticas
Si crees que ha llegado el momento de que tu adolescente comience a ocuparse de preparar la cena una vez por semana, o de poner la lavadora o doblar la ropa… Aprovecha el verano para que vaya aprendiendo esa nueva tarea. Con horarios más relajados se os hará más sencillo que pueda probar, equivocarse y, en definitiva, aprender.
5. Leer
¿Tu adolescente adoraba leer y este curso parecía que los libros le provocaban urticaria? ¿Solamente ha cogido en las manos los que eran obligatorios en el instituto, y aun así le ha costado? Las vacaciones pueden ser un buen momento para que se reconcilie con la lectura: visitad bibliotecas y librerías donde os puedan aconsejar, siguiendo sus gustos, libros (¡o revistas!) que le interesen. A veces cuesta, pero si te dejas guiar y tratas de no imponer, es posible llegar a una lectura que le enganche. Te dejamos, por si acaso, nuestras recomendaciones de libros imprescindibles para adolescentes.
6. Pasar más tiempo de pantalla
Sí, lo vamos a decir. Ya sabes que en Adolescencia positiva militamos activamente en contra del uso abusivo de las pantallas, pero sí creemos que podemos darles a nuestros adolescentes algo más de cancha con las pantallas en verano. Puedes aprovechar para darle más tiempo de juego o para ver alguna serie apropiada para adolescentes. Mejor si es contigo, claro.
Ojo, ya sabes que abogamos por un uso responsable de pantallas, flexibilizar las pantallas no es sinónimo de dar rienda suelta al contenido ni a las horas de uso…
7. Trabajar
Dependiendo de la edad de tu adolescente, puedes proponerle hacer algún trabajo de verano: entrenar equipos de niños al deporte que le guste, hacer el curso de monitor de tiempo libre si ya ha cumplido la edad, cuidar niños… Cualquier cosa que le guste y le permita un primer contacto con el mundo laboral.
8. Ser voluntario
Con autorización paterna, a partir de los 12 años (según la legislación española), tu adolescente puede ser voluntario en alguna actividad que le interese: medio ambiente, cultura, infancia, animales… En algunas páginas web tienes, además, un buscador de voluntariado para investigar desde casa. Te recomendamos, eso sí, que compruebes la transparencia de la organización y que las primeras veces acompañes a tu adolescente y hables con su responsable.
9. Quedar con los amigos
Parece una obviedad, pero tu adolescente quiere ver a sus amistades este verano, así que pónselo todo lo fácil que puedas: invítalos a tu casa, acompáñale al cine o a la piscina con ellos si aún son muy jóvenes, llévatelos a algún plan familiar… Déjale que aproveche el verano para estrechar esos lazos, pues en este momento son fundamentales.
10. Aburrirse
Sí, así de claro. No necesitas ser la monitora de ocio y tiempo libre de tu adolescente y, en los tiempos que hayáis establecido sin pantallas es posible que se aburra, y se queje de ello. Si eso sucede (y es probable que suceda), no te precipites a proponer soluciones, parar lo que estás haciendo para jugar a un juego de mesa. Déjale que se aburra. En esta época de distracción fácil necesitamos exponernos a ese tiempo en el que no sucede nada… precisamente para que sucedan cosas.
Cuéntanos, ¿qué va a hacer tu adolescente este verano? ¿Cómo lo llevas tú?
1 comentario. Dejar nuevo
Hola! Mi nombre es Jaqueline, soy de Costa Rica, en este momento en mi país los chicos salen a vacaciones de medio periodo lectivo, 15 días, es como un respiro para terminar el año lectivo que acaba en diciembre, igualmente nos sirven mucho sus consejos, que aunque ya había pensado en varios es bueno tener un plan más claro y el porqué de cada uno, espero poder darle ese espacio de descanso a mi hija y también el tiempo de esparcimiento familiar y creativo por ser muy buena en esto, gracias, saludos y bendiciones!