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Lo que siempre quisiste saber sobre cómo poner normas y límites en la adolescencia
Sabemos que los adolescentes reclaman autonomía. Cada vez más. Y que para que crezcan de forma saludable y se conviertan en adultos equilibrados, se la tenemos que ir dando. Los límites y las normas nos van a ayudar a conseguir precisamente eso: una parcela cada vez mayor de autonomía. Porque sí, en la adolescencia también es fundamental poner normas y límites.
A veces se entienden los límites y las normas como un modo de proteger a la sociedad de las supuestas derivas que podría tener la conducta de un adolescente mal encarado. Pero la realidad es que como padres, madres o educadores deberíamos ver los límites más bien como una forma de cuidado. Es más, límites y normas tienen muchas ventajas no solo para la sociedad sino también para los adolescentes.
A veces se confunden pero, límites y normas no son lo mismo. Los primeros delimitan el marco de acción. Las segundas son orientaciones para cumplir los límites. Por eso es fundamental distinguirlos y tratarlos como lo que son: herramientas diferentes.
Y sí, poner límites, establecer normas forma parte de tu trabajo de adulto, por desagradable que pueda llegar a ser. Hoy hablamos de cómo hacerlo para que resulte un poco más sencillo.
Límites y normas: diferencias
Aunque a veces se confunden, decíamos, los límites y las normas no son lo mismo.
Los límites, como su nombre indica, son las líneas rojas que no se deben cruzar. Se refieren a aquello que compromete la seguridad, especialmente la física, tanto de nuestros hijos como de las personas que los rodean. Aquí hay poco margen: es trabajo del adulto decidir cuáles son los límites.
Las normas, por su parte, son herramientas que ayudan al cumplimiento de los límites. Debe haber coherencia entre límites y normas, pero las normas pueden (y deben) pactarse, negociarse, incluso en ocasiones no es muy grave que se las salten.
En los límites, sin embargo, no hay posibilidad de margen: han de seguirse. Por eso es muy importante que sean pocos, para que resulte más sencillo seguirlos.
Y con respecto a las normas, dependerá del carácter y el grado de madurez de tu adolescente. Hay adolescentes que necesitan pocas, y está bien, porque se organizan de modo muy autónomo. Otros necesitan más, y es normal. Lo importante es el cómo se establezcan y no olvidar que lo mejor es ser flexible.
❓Por qué son necesarios los límites y normas en la adolescencia
En la adolescencia todo son cambios (cambios corporales, en las relaciones, cambio de etapa educativa…), así que lo que necesitan los adolescentes es un poco de orden exterior. Las normas y límites crean un espacio consistente y predecible, en el que pueden experimentar con seguridad.
Y es que, aunque es común creer que límites y normas coartan la libertad de los jóvenes, si se comunican desde el respeto y con flexibilidad, lo que hacen es proporcionar un marco de libertad. Dentro de estos límites, con la ayuda de las normas, un adolescente puede ser libre.
De hecho, los psicólogos están de acuerdo en que es igual de perjudicial el no poner límites que el poner demasiados, el educar desde el laxismo que el educar desde el autoritarismo. Al final, lo que sucede es que los niños se pierden, no saben cómo deben comportarse, dudan.
Por eso, cuando son vistos así, podemos decir que los límites cuidan. Porque ofrecen seguridad.
Y además tienen otros beneficios:
1. Ayudan a adquirir autocontrol
Un límite enseña que no se puede hacer lo que se quiera en cualquier momento; por eso, un límite consistente enseña al adolescente a controlar su conducta; no solo a hacer lo correcto en una circunstancia dada sino a reprimir determinados impulsos.
2. Contribuyen al desarrollo de la inteligencia emocional
Hay un aprendizaje fundamental que tiene que ver con los límites y normas sanos y va de la mano del autocontrol: la tolerancia a la frustración, es decir, la capacidad de aceptar los pequeños o grandes inconvenientes de la vida.
Además, límites y normas enseñan a los adolescentes a tener en cuenta al otro, lo que también ayuda a desarrollar la inteligencia emocional.
https://youtu.be/spNs8oru6Cc
3. Apoyan la construcción de una sana autoestima
Los límites y normas, al proporcionar un espacio constante y predecible, ayudan en el desarrollo de una autoestima sana, pues el adolescente no va a estar sujeto al estado de ánimo de su madre o padre o a la arbitrariedad de una norma: sabrá casi siempre si una conducta es adecuada o no. Y este conocimiento le hace entender que lo inadecuado, cuando lo hay, son los comportamientos, y no las personas.
4. Ayudan a construir un universo ético para desenvolverse en sociedad
Está claro que a través de las normas estamos dando a los adolescentes las claves sobre cómo comportarse en sociedad, lo que está permitido o no, pero también les estamos transmitiendo un universo ético, el de nuestros principios y valores, que para ellos va a constituir una referencia muy importante.
♂️¿Qué normas y límites son adecuados en la adolescencia?
Las normas y límites son decisiones familiares, por lo que es muy difícil establecer un listado.
Pero lo que sí podemos decir es que los límites se deben relacionar con la seguridad. La seguridad física (incluyendo alimentación y descanso) y después la seguridad afectiva y en respeto, en general.
Pero salvo en asuntos donde hay un peligro físico inminente, las ideas de cada familia (o las necesidades de los diferentes hijos) pueden ser muy diferentes.
Y no digamos ya si hablamos de salidas, pantallas, orden en casa…
(Si necesitas ayuda con este tema tengo buenas noticias para ti, porque hemos preparado un taller sobre cómo conseguir que nuestros hijos colaboren en casa desde la calma)
Hay, no obstante, algunas maneras de saber lo que tu familia necesita:
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Reflexiona sobre los límites y normas
Es una reflexión (un diálogo, si educas en pareja) a la que deberías dedicarle tiempo antes de hablar con tus hijos. Esto te evitará dejarte arrastrar por sus opiniones y luego arrepentirte.
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Observa cómo se desenvuelve tu adolescente
Como decíamos antes, algunos chicos y chicas necesitan más normas para orientarse y otros necesitan menos. Obsérvalo. Seguramente verás que cuantas más decisiones autónomas va tomando tu adolescente, más seguridad va ganando, pero también podría suceder al revés, que se sintiera desorientado.
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Propón un marco claro para todo aquello que genere conflicto
¿Tu adolescente no tiene problemas para dejar las pantallas? Entonces quizá no necesitéis una normativa detallada al respecto. Pero si los tiene, o si le cuesta ir a la cama a la hora, o sentarse a hacer las tareas escolares, entonces lo mejor es hablarlo y llegar a un acuerdo.
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Establece límites con los que estés a gusto
Se habla poco de la necesidad de que los padres y madres se sientan a gusto cuando van cediendo parcelas de poder a sus adolescentes. Y, sin embargo, esto es muy importante para que la familia funcione bien: hay que ir dejándoles las riendas, sí, pero buscando el bien común, lo que incluye que los adultos se sientan bien.
Cómo establecer normas y límites a tu adolescente
Sabiendo, por tanto, que para cada familia serán diferentes, vamos a dar algunas orientaciones sobre cómo establecer límites y normas para adolescentes, de forma no autoritaria. Las consideraciones generales son:
Que los límites sean pocos e importantes
Puesto que con los límites no va a haber posibilidad de negociación, lo mejor es que sean pocos. Así se entiende mejor su importancia, y es más fácil respetarlos.
Negocia las normas desde la calma
En un enfado nunca es el momento de ponerse a hablar sobre nada. Si hay discusiones repetidas por una norma, quizá haya que reconsiderarla, pero esperando siempre un momento más tranquilo, porque solo se puede negociar desde la calma.
Sé clara
En educación, la claridad es fundamental. Enunciar un límite o norma de forma clara transmite exactamente la expectativa y, por tanto, aumenta la posibilidad de que se siga.
Sé consistente
Esto funciona en dos sentidos: por una parte tiene que haber consistencia, coherencia, entre los límites y las normas; por otra, hay que aplicarlos siempre. Si un día hacemos la vista gorda y al día siguiente exigimos el cumplimiento de una misma norma, no estamos siendo consistentes ni transmitiendo el mensaje de que las normas hay que cumplirlas.
Repítelos sin enfadarte hasta que los integren
Esta es probablemente la parte más difícil. Cuando negociamos una norma, tendemos a pensar que por el hecho de haberla negociado va a ser más sencilla de aplicar, pero no siempre es así. En ocasiones tendrás que recordar a tu hijo o hija su compromiso, de forma calmada y serena, hasta que lo integre.
Acepta sus emociones sin permitir determinadas conductas
Los límites son frustrantes y los adolescentes son personas emotivas, así que a veces se dan grandes enfados como consecuencia de un límite. Ya sabes que en Adolescencia Positiva te aconsejamos siempre permitir la emoción, pero no la expresión si esta es desajustada (si pega o lanza objetos).
Establecer buenos límites y negociar las normas es una de las mejores maneras de reducir el conflicto con tu hijo adolescente.
Déjame un comentario si necesitas profundizar más en este tema. Me gustaría saber también si estos monográficos son útiles para ti.
14 comentarios. Dejar nuevo
WoW es genial ,justo la parte que ahora me preocupa ,pareces mágica.Por la diferencia de edades Voi pérdida con las normas i limites
Me resulta muy complicado establecer límites o normas si mi hija adolescente nunca está dispuesta a escucharme.
Excelente herramienta gracias.
Buen día. Estoy criando a mi adolescente sola y creo que es genial todo lo que he leído pero no sé cómo aplicarlo
Puedes apuntarte a nuestros talleres. Saludos
Siempre que te leo me quedo con mucha paz y a la vez me trasmites la energía positiva necesaria para seguir acompañando a mi adolescente.
Mil gracias por la información tan valiosa .
Mil gracias. tus vídeos y artículos me ayudan un montón en mi relación con mis hijos y me evitan muchos conflictos en casa
Mi adolescente tiene TDAH Y oposicionismo, por lo tanto me ha sido muy complejo poner límites y normas , pero todo lo recomendado me sirve mucho para tratar de hacerlo
El problema es que cuando intentamos poner normas no las cumple y ya ahí no sabemos que hacer. Porque si le increpamos es una guerra continua en casa y tp las cumple o cumple 1 día y no más. Qye se hace en estos casos? Castigos no se debe, consecuencias cuales deberían ser ( en relación a que no sè si se le debe quitar algo importante que le duela para que aprenda) En fin, estamos tan perdidos y desesperados con su actitud .. solo le interesa el móvil y no quiere estudiar. Fracaso escolar total. Tiene 12 años…
Buenas tardes. Si deseas profundizar más en este tema puedo darte varias opciones: consulta con nuestra psicóloga, Programa Adolescentes ConectadOFF (para tema pantallas) o Taller APLICA (Para temas estudios)… Ya me dices…
Me ha gustado! Me quedo con que los límites deben ser pocos e innegociables, y las normas deberían ser consensuadas, vigilar que se cumplan, con el propósito que se lleguen a integrar. Gracias Diana
Muchas gracias ,podrías poner ejemplos?
Hola, hemos puesto unas normas,el tutor de mi adolescente de intermediario, si no cumple las normas de hacer sus deberes y estudiar sin móvil, se le quitará por un día y como no las cumple se pone echa una fiera cuando le quito el móvil, pero tengo que ser firme si no, no estoy haciendo nada, pero no sabes lo mal que lo paso..estoy haciendo lo correcto ?
Es normal que lo pases mal, la situación no es agradable.