Mi hijo adolescente no quiere leer

¿Cómo consigo que mi hijo adolescente lea?

La caída de los resultados de España en el informe PISA ha vuelto a poner a la escuela en el punto de mira de la información global. Y dentro de la escuela, a una capacidad muy concreta, la que más suele preocupar porque condiciona todo lo demás: la lectura.

Porque si algo está claro es que para mejorar los resultados de la escuela hay que conseguir que los adolescentes entiendan mejor lo que leen, pero el objetivo, a medio y largo plazo, es hacer que se conviertan en lectores.

Y es quien lee a menudo comprende mejor sus lecturas, y tiene más herramientas para enfrentarse de manera crítica a los textos que la vida le va poniendo por delante (informes, formularios, folletos publicitarios…), pero en la lectura hay, además, muchos otros beneficios que a menudo mencionamos menos (por ejemplo, que ayuda a aislarse y a parar, que, en nuestra civilización de la prisa, es una necesidad fundamental).

Como sociedad, tenemos una relación curiosa con la lectura: por una parte, se nos llena la boca hablando de las ventajas de la lectura; por otra, hay un gran desinterés por el acto de leer, que carece de tiempos propios.

Como padres y profesionales comprometidos con la adolescencia, hay algunas cosas que podemos hacer para solucionar este asunto. Sabiendo, eso sí, que no existen varitas mágicas, que cada adolescente es una persona única y cada familia un sistema social exclusivo.

Cómo consigo que mi hijo adolescente lea
Quienes se enganchan a la lectura, aunque vengan de un entorno sociocultural degradado, tienen una probabilidad mayor de compensar esa diferencia social.

Los beneficios de la lectura para los adolescentes

Decíamos que la lectura goza hoy de un gran prestigio social. Las madres queremos que nuestros hijos lean, porque desde el sistema educativo hasta la última instancia cultural nos están hablando de las ventajas de leer. Pero, ¿cuáles son estas ventajas, exactamente?

1. Comprenden y se expresan mejor

Todos los estudios lo demuestran: quien lee comprende y se expresa mejor (de manera más rica y con menos faltas ortográficas y gramaticales), y quien comprende y se expresa mejor tiene mejores resultados académicos. Y esto sucede no solamente en las asignaturas de letras, pues una buena comprensión lectora es la clave, por ejemplo, para mejorar la capacidad de resolución de problemas de matemáticas o de física y química.

2. Son más capaces de relajarse

Vivimos en un mundo de ruido, de prisas, en el que pasar un rato a solas, aislado en los propios pensamientos, es cada vez más difícil y, sin embargo, cada vez más necesario. En un informe de 2022 sobre lectura en adolescentes, la Fundación Germán Sánchez Ruipérez señalaba cómo para las personas lectoras la lectura “les permite encontrarse consigo mismos”. 

La información continua a través del teléfono provoca cansancio, agobio, en los adolescentes; la lectura viene a “salvarles” de ello, proporcionándoles un tiempo de privacidad y calma.

3. Conectan mejor con su capacidad creadora

A través de la lectura accedemos a mundos diferentes que pueden sugerir nuevas ideas y, además, nos adentramos en un espacio mental que favorece que el pensamiento divague y la creatividad florezca.

Y aunque la creatividad se suele relacionar con las disciplinas artísticas, lo cierto es que la necesidad de nuevas ideas es común a todos los ámbitos del conocimiento. 

4. Son capaces de salvar la brecha social

Algunos estudios señalan que, en el acceso al sistema educativo, pueden existir hasta dos años de diferencia curricular en niños a quienes se lee y a quienes no. Quienes se enganchan a la lectura, aunque vengan de un entorno sociocultural degradado, tienen una probabilidad mayor de compensar esa diferencia social.

5. Disfrutan de uno de los pasatiempos más baratos que existen

Leer es un entretenimiento y, como tal, nos proporciona momentos de felicidad, de satisfacción, de alegría. 

No solo eso: en nuestra sociedad hiperconsumista, la lectura se mantiene como una de las actividades de ocio más baratas, incluso gratuita, si se realiza en las bibliotecas públicas. El lector puede quedar así, aunque sea en uno de los aspectos de su vida, a salvo del frenesí económico, disfrutando de uno de los únicos espacios gratuitos que nos quedan.

¿Por qué nuestros adolescentes no leen?

Si leer tiene tantas ventajas, cabe preguntarse por qué razón nuestros adolescentes no lo hacen más. ¿Por qué se negaría alguien a realizar una actividad tan beneficiosa?

Hay otra paradoja: los adolescentes leen poco, pero los niños son, con frecuencia, grandes lectores. ¿Qué sucede en el paso de la infancia a la adolescencia, para que los niños dejen de leer?

Hay diversas causas, aunque no negaremos lo obvio: la que más pesa es también la más evidente, y quizá la tengas ahora en la palma de tu mano, como soporte de lectura de este artículo.

El móvil les quita demasiado tiempo

La mayoría de los españoles tiene móvil a los 12 años. Esto significa que cuando apenas han empezado a salir de la infancia, en la época en la que el cerebro es más sensible a la recompensa inmediata, se les entrega el instrumento que más engancha: el móvil. Internet y las redes sociales dispersan, distraen. ¿Cómo va a competir la lectura, que es una actividad reposada y ensimismada, con semejante distracción?

Tienen demasiado que hacer tras las clases

En Secundaria, los adolescentes tienen muchas tareas escolares. La extensión de los temarios, la reducción de horas de clase en algunas asignaturas, las dificultades cada vez mayores del oficio de enseñar… Hacen que muchos profesores terminen mandando para casa lo que no da tiempo de hacer en el aula.

Eso, unido a la cantidad muchas veces exagerada de actividades extraescolares (a veces porque no hay más remedio, pues los padres llegamos tarde a casa, a veces por imposición social, porque necesitamos que sepan inglés, y robótica, y…) hace que los adolescentes estén siempre demasiado ocupados, o demasiado cansados, para enfrentarse a un libro.

Carecen de ejemplos lectores

Demasiadas veces vemos el caso de madres que no leen casi nunca quejándose porque sus adolescentes no se enganchan a la lectura. De padres que jamás dejan de lado el móvil protestando porque a sus hijos no les interesa el Quijote.

Las personas lectoras proceden, en su gran mayoría, de familias lectoras. Y si nosotros mismos no somos capaces de encontrar el momento de leer, entonces, es muy poco probable que nuestros adolescentes le vean un valor a la lectura.

En plan lector

Algunas sugerencias para que tu adolescente lea

En educación, no nos cansaremos nunca de decirlo, no hay recetas. Pero sí hay algunos ingredientes que suelen funcionar, y que puedes cocinar a tu gusto para tratar de mejorar la relación de tu adolescente con la lectura

Aquí van los que nos parecen más eficaces:

1. No le obligues a leer

El verbo leer, como el verbo amar, no debería conjugarse nunca en imperativo. Es verdad que dentro del aula, en la asignatura de Lengua castellana y literatura, existe la obligación moral de la transmisión cultural y, por tanto, será necesario que los alumnos lean. Pero fuera del aula, la lectura ha de hacerse únicamente por placer. Todo lo demás terminará fracasando.

2. Déjale elegir, pero de verdad

Quizá ese libro que te entusiasmó en la adolescencia no es el adecuado para tu hija, que se interesa por otros temas. A lo mejor te encanta la poesía, y tu hijo es un gran lector de novela gráfica. No importa. Hay lecturas para todos los gustos. Déjale elegir, siempre y cuando su elección no sea inadecuada para su edad.

3. Habla de libros

Conectar con tu adolescente pasa siempre por interesarte por su mundo. Pregúntale por aquello que está leyendo y háblale de tus lecturas. Es más: léete los libros que te recomiende. Si en tu familia los libros son un tema de conversación habitual, tu adolescente normalizará la lectura y, a lo mejor, hasta terminará leyéndose aquello que le recomiendes.

4. Llévalo a la biblioteca y a la librería

Quienes amamos la lectura concebimos pocas satisfacciones mayores que pasearnos despreocupadamente entre las estanterías de la librería o de la biblioteca pública del barrio. Disfruta de esos espacios con tu adolescente siempre que puedas, sin prisa, sin exigencias, sin imponer más límites de los imprescindibles. Haz de la elección de los libros un momento de disfrute.

5. Crea en casa un ambiente de lectura

De la misma manera que hay una hora para cenar y para ducharse, un tiempo para jugar a juegos de mesa y un día en el que se va a la compra, puedes crear en casa una rutina que incluya la lectura. Pero debes empezar tú: guardar el móvil, sacar el libro, ponerte a leer en el salón e invitar a tu adolescente a que haga lo mismo. Parece difícil, si no tiene hábito lector, pero no es imposible si predicas con el ejemplo.

Y, sobre todo, no te tortures: quizá después de todo no consigas que tu adolescente se convierta en un gran lector, pero esa decisión, al cabo, será suya, y de nadie más. Que tu adolescente no lea no te convierte en peor madre o padre. 

Cuéntanos, ¿tu adolescente está pasando por un bache lector? ¿Cómo le estás ayudando a superarlo?

10 comentarios. Dejar nuevo

  • En casa insistíamos demasiado en que leyera. Y aunque nos ve leer, es poco frente a otras tareas, etc. Últimamente la estrategia es hablar de libros, interesarnos por los libros que les mandan leer en el instituto y algunos relacionados con sus intereses. Hasta sexto leía muchísimo. No perdemos la esperanza. Gracias por animar nuestras acciones y esperanzar para ver que no caerán en saco roto.

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  • No se que hacer com mi adolescente

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  • Veronica Arias
    febrero 5, 2024 11:12 am

    Ella elige los libros, se los compro. Yo leo. Pero ella nunca los lee.. los empieza y quedan de costado porque pregonero el móvil. Si se lo quito se enoja y menos lee.. escucha música …

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  • Yo leo mucho y siempre lo ven. En la adolescencia una empezó a leer mucho menos y la otra nada. Se me ocurrió decirles que les pagaba por leer y resumir de palabra lo que habían leído.. pero aunque dicen que si, al final “ no hay tiempo “ .. sigo intentando incentivarlas.

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  • Mi hijo lee por obligación, hemos hecho muchos de los anteriores consejos pero nada. S.O.S

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  • Es cierto ya no hay tiempo para lectura…En nuestra casa es como una tarea para poder a tener el derecho de uso electrónico o tiempo de ocio…un modo de «obligación» pero el problema base es la dislexia grave en nuestra adolescente que ya la utiliza como escusa pero desde siempre lo ha evitado . Siempre le he leído ,desde muy pequeña ponía mucho interés y hasta en dia de hoy escucha entusiasmada lo que le leo al hermano desde luego imaginación tiene mucha pero si que la dificultad en lectura lo ha bloqueado en leer pero se expresa fenomenal en dibujos (su pasión) , de muy pequeña memorizaba los textos de teatro en la clase para no tener que leerlos en casa . Desde luego hizo años de sesiones de logopedia hasta terapia óptica de lateralidad invertida ,ha tenido varias etapas de desarrollo en su lecto-escritura y desde hace un par de años usamos está técnica diaria :10 páginas del libro que ella quiere y luego puede dibujar , escuchar
    música o usar una hora de portátil … igual no es lo mejor de lo mejor como alternativa pero se nota mucha mejoría aunque le queda mucho trabajo personal por delante …ella elige los libros ,desde luego con pocos textos , dibujos , y letras grandes y lo mejor de todo se les dan los libros manga literalmente los «devora» y me fascina porque yo soy de mucho leer pero estos me cansan !

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  • Hola, en casa son dos niño efectivamente le gusta la novela gráfica y le he comprado los cómics de su gusto, pero ahora lee un libro de física, cosa que yo no haría jaja yo me interesó más por los libros de historias reales, testimonios. La niña de 11 también pide libros de su interés pero no puedo comprar algunos, el colegio tiene plan lector para cada año, inicialmente yo le leía el libro a mi hijo, luego ya no le gusto escucharme jaja, pero hay que pelear esos espacios de lectura contra celular. Pero con 14 y 11 años y con los planes del colegio creo que van mejorando. Mi esposo también lee en sus ratos libres y les aconseja leer. Fue un gusto leer su recomendación. Gracias.

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  • Muchas Gracias por los tips. En la familia somos muchos tengo hijos que disfrutan con la lectura, aman entrar a una librería y oler el olor a libros , con estos gustos tengo hijos grandes y chicos . Así como los otros que no hubo caso con el gusto a la lectura, 2 de ellos ya salidos del colegio han leído 1 libro en su vida que les ha gustado el resto o fue un martirio o no lo terminaron.
    Y otro de mis hijos partió de chico con amor a los libros , los gozaba y con la adolescencia empezó a distanciarse hasta no leer prácticamente nada . Me calza con lo que tú explicas y creo que también se da que tienen una personalidad distinta más impulsiva, con déficit de atención lo que les hace más difícil permanecer en la lectura.

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  • Creo que todos los comentarios anteriores son patrones semejantes en los chicos. Se enseña con el ejemplo, si, pero este no lo quieren, la lectura no es por nada su atracción, es una obligación que evitan si o si. Ya no encuentro motores motivacionales

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  • Hola Diana! Yo tengo 3 hijos de diferentes edades (13, 9 y 7) y a los 3 les encanta la lectura!! Lo que nos parece extraño, es que los 2 mayores no sepan expresarse a la hora de resumir un libro o una peli o los hechos ocurridos en su día a día; hemos observado que tienen un vocabulario escaso y la expresión es muy infantil o como cuando te intenta hablar un extranjero en tu idioma; no tienen un orden, mezclan los momentos… Y lo más extraño aún, es que el mayor lee 2-3 libros diversas temáticas al mes o incluso los relee. ¿A qué se puede deber esto? ¿Cómo podemos ayudarles? Muchas gracias por todo el trabajo que hacen tu equipo y tú.
    Un saludo.

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