Nos ha pasado a todos: hijo adolescente, móvil en mano, diciendo que se aburre… Se te ocurren mil actividades que podría hacer, pero cuando las mencionas solamente escuchas un “uf, qué pereza”.
Y es que, en la adolescencia, es común que los jóvenes se sientan desmotivados o desconectados. Sin embargo, es una etapa crucial para explorar intereses y desarrollar habilidades que les acompañarán toda la vida. Como madre, padre o educador, puedes ofrecerles oportunidades que estimulen su creatividad, fomenten el movimiento y fortalezcan sus habilidades sociales.
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¿Por qué es importante que los adolescentes tengan actividades estructuradas?
Solemos pensar que los adolescentes solo quieren estar “a su aire”. Y es cierto que buscan independencia, pero eso no significa que no necesiten estructura. La clave está en el equilibrio: ofrecer propuestas estructuradas, pero dentro de un marco en el que también tengan espacios de autonomía.
Porque hay muchas razones por las que las actividades estructuradas son una buena idea:
Contribuyen a un desarrollo cerebral saludable
Las actividades estructuradas activan el sistema ejecutivo del cerebro (ubicado en el lóbulo prefrontal), clave en la planificación, la regulación emocional y la toma de decisiones. Los adolescentes están desarrollando justo esa parte… pero todavía no está madura.
Fomentan su autoestima
Participar en actividades donde puedan lograr pequeñas metas, recibir reconocimiento o disfrutar del proceso les ayuda a construir una imagen positiva de sí mismos.
Ayudan a prevenir conductas de riesgo
Ocupar su tiempo en propuestas significativas reduce las probabilidades de que busquen emociones fuertes a través de conductas impulsivas o de riesgo.
Mejoran sus habilidades sociales
Las actividades grupales (presenciales o virtuales) ofrecen contextos para practicar escucha activa, empatía, resolución de conflictos y respeto por los demás.
Desarrollan la resiliencia
Probar cosas nuevas, equivocarse, perseverar, lograr algo… Todo ese proceso fortalece su capacidad para adaptarse y seguir adelante ante la frustración.

Actividades deportivas y al aire libre para adolescentes
El cuerpo necesita moverse siempre, pero especialmente durante una etapa en la que las emociones intensas pueden generar tensiones físicas. Las propuestas al aire libre ayudan a liberar estrés, aumentar la energía positiva y reconectar con el entorno. Además, el ejercicio físico mejora el estado de ánimo y la calidad del sueño. Algunas propuestas son:
1. Senderismo en grupo
Planear una salida a la montaña o a un parque natural permite compartir tiempo en familia o con amistades, sin pantallas. Caminar, charlar, respirar aire puro y superar obstáculos físicos juntos mejora la conexión emocional y les enseña autocuidado.
2. Deportes de equipo
Fútbol, baloncesto, rugby o vóley no solo fortalecen el cuerpo, sino que también enseñan a colaborar, respetar normas y apoyarse en los demás. El deporte en equipo favorece el sentido de pertenencia, fundamental en la adolescencia.
3. Ciclismo urbano
Animarles a recorrer la ciudad en bici les da autonomía, responsabilidad y conciencia vial. Puedes empezar acompañándoles hasta que dominen el trayecto. Les encantará sentir que pueden desplazarse solos, con seguridad.
4. Juegos de orientación o geocaching
Estas propuestas combinan movimiento con estrategia. Buscar pistas en la naturaleza o en el barrio activa el pensamiento lógico y promueve la cooperación entre participantes.
5. Yoga o entrenamiento funcional al aire libre
Actividades como el yoga o ejercicios de calistenia ayudan a conectar con el cuerpo de forma consciente. Mejoran la flexibilidad, la fuerza y la concentración, algo especialmente útil en momentos de agitación emocional.
Actividades creativas y artísticas para fomentar la expresión personal
La adolescencia es una etapa donde necesitan expresar lo que sienten, aunque a veces no encuentren las palabras. El arte permite canalizar emociones, descubrir talentos y reflexionar sobre el mundo que les rodea. Vayan a clases más estructuradas o no, aquí no hablamos de hacer “cosas bonitas”, sino de ofrecer espacios donde puedan crear sin juicio. Algunas ideas:
6. Talleres de escritura creativa
Escribir cuentos, poemas o diarios personales les ayuda a organizar sus ideas y dar forma a lo que viven. Puedes buscar espacios grupales donde compartan sus textos.
7. Clases de pintura, dibujo o collage
Usar materiales diversos y experimentar con colores y formas les permite expresarse sin palabras. Además, mejora la concentración y la paciencia, habilidades cada vez menos habituales.
8. Fotografía
Salir con el móvil o una cámara para capturar rincones de su ciudad o del entorno natural les invita a observar el mundo siendo conscientes de su propia mirada. También pueden ir a clases o crear álbumes o exposiciones digitales para compartir sus creaciones.
9. Teatro
Actuar, improvisar o crear escenas permite trabajar la empatía, reír, explorar roles y ganar seguridad. Muchos adolescentes tímidos descubren que en el teatro pueden expresarse sin miedo.
10. Creación de música digital
Además, claro, de las clases, existen aplicaciones gratuitas que permiten grabar, mezclar y editar sonidos. Aprenden sobre ritmo, composición y tecnología, mientras crean contenido propio y original.
Actividades en casa: opciones para días tranquilos o lluviosos
A veces, el mejor plan está en casa. Sobre todo si el ritmo del día a día agota o si el clima no acompaña. Las actividades caseras pueden convertirse en momentos de conexión familiar, autorregulación emocional o aprendizaje tranquilo. Algunas ideas para disfrutar en casa:
11. Cocinar recetas nuevas juntos
Elegir una receta del mundo, prepararla paso a paso y degustarla en familia se convierte en una experiencia sensorial completa. Cocinar también implica organización, paciencia y colaboración.
12. Juegos de mesa cooperativos o estratégicos
Muchos juegos de mesa estimulan el pensamiento lógico, la negociación y la imaginación. ¡Y son una excusa perfecta para pasar tiempo de calidad!
13. Proyectos de bricolaje, decoración o manualidades
Montar una estantería, personalizar ropa o crear elementos decorativos fomenta su autonomía y mejora su autoconcepto. No hace falta que quede perfecto, sino que sea significativo para ellos.
14. Maratones de películas o series con debate posterior
Podéis elegir un ciclo temático (cine adolescente, ciencia ficción, derechos humanos…) y charlar después sobre los temas tratados. Hacerlo así ayuda a tu adolescente a dejar de ser consumidor pasivo y desarrollar el pensamiento crítico y la comunicación emocional.
15. Sesiones de meditación o respiración consciente
Hay multitud de apps y vídeos para guiarle, y guiarte, en el mindfulness. Son prácticas que os ayudarán a identificar vuestros sentimientos y a recuperar la calma tras un día agitado.
Actividades en grupo para fortalecer habilidades sociales
Los adolescentes necesitan sentirse parte de un grupo, pero también necesitan aprender a relacionarse de forma respetuosa y a poner límites para desarrollar su propia personalidad.
Las actividades sociales bien planteadas fortalecen su confianza, su empatía y su capacidad para convivir con la diversidad. Cinco actividades grupales efectivas:
16. Escape rooms presenciales o virtuales
Resolver enigmas en equipo, bajo presión de tiempo, fortalece la colaboración, la comunicación clara y la toma de decisiones. Además, son muy divertidos y generan sensación de logro.
17. Proyectos comunitarios o de voluntariado
Participar en campañas de limpieza, bancos de alimentos o iniciativas de apoyo escolar despierta su sentido de responsabilidad social y les conecta con realidades diversas.
18. Clubes de lectura o cine
Reunirse para comentar libros, películas o series les ayuda a compartir ideas, a cuestionar lo que ven y a desarrollar su capacidad de argumentación y de tolerancia.
19. Talleres de debate o expresión oral
Proponer temas de actualidad y organizar pequeños debates en casa o en grupos escolares entrena el respeto por la diversidad de opiniones y la expresión asertiva.
20. Jornadas deportivas mixtas o de juegos colaborativos
Planificar días de deporte recreativo sin competir, con dinámicas cooperativas, les permite disfrutar en grupo sin presión y mejorar su tolerancia a la frustración.
Actividades que desarrollan habilidades para el futuro
Prepararles para el futuro no es únicamente hablar de estudios o elegir una carrera. Es ofrecerles herramientas que les ayuden a conocerse, a comunicarse, a usar la tecnología con sentido y a comprometerse con su entorno. Estas experiencias, más que “formarles”, les transforman. Cinco propuestas para el desarrollo futuro:
21. Cursos de programación o robótica básica
Hay plataformas especializadas que les enseñan lógica, creatividad y resolución de problemas. La tecnología deja de ser solo ocio y pasa a ser una herramienta para construir.
22. Talleres de inteligencia emocional
Participar en programas que enseñen a identificar emociones, autorregularse y comunicarse con empatía es una inversión para toda la vida. Puedes buscar opciones online o presenciales.
23. Voluntariado con asociaciones locales
Colaborar en bibliotecas, refugios de animales o programas de apoyo escolar les da perspectiva social. Gracias a estas actividades, además, descubren que pueden aportar, aunque sean jóvenes.
24. Desarrollo de proyectos personales
Invítales a crear algo desde cero: un blog, un podcast, un canal de cocina, una campaña social. Les permitirá poner en práctica distintas habilidades y aprender a desarrollar un proyecto.
25. Simulaciones de entrevistas o emprendimiento
Crear una pequeña empresa, verdadera o falsa, o desarrollar un perfil profesional es una forma lúdica y práctica de acercarles al mundo laboral desde la experimentación y la creatividad.
Ayuda a tu hijo o hija a encontrar lo que le apasiona
No se trata, en definitiva, de llenar su agenda, sino de abrirles caminos.
Ofrecer distintas actividades es una forma de ayudarles a conocerse, a descubrir lo que les apasiona y a fortalecer sus vínculos familiares y sociales. Y no importa si al principio se resisten: lo importante es acompañarles con paciencia, presencia y confianza.
Cuéntanos, ¿qué actividades estructuradas le gustan a tu adolescente?