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¿Cómo sacar a tu hijo/a adolescente de una relación tóxica?
Una de las peores noticias que nos pueden dar, como madres y padres, es que alguien les está haciendo daño a nuestros hijos. Pero a la luz de las estadísticas (en 1998 la OMS afirmaba que el 30% de las estudiantes universitarias habían sido víctimas de violencia), esto está sucediendo, más de lo que podríamos creer. Se sabe que la violencia de género comienza muchas veces en las relaciones tóxicas entre adolescentes, y que siempre va a más, pero su inicio es difícil de detectar. ¿Cómo saber si tu hijo adolescente está en una relación tóxica? ¿Cómo ayudarle a salir de ella?
El primer problema, sobre todo cuando hablamos de adolescentes, es saber qué es exactamente una relación tóxica. Los adolescentes son impulsivos (esto se debe a su inmadurez cerebral), así que sus relaciones son bastante más apasionadas que las adultas. Lo que tenemos que discernir, es si en ese apasionamiento, en el deseo total de estar con el otro que caracteriza a las relaciones adolescentes, hay o no toxicidad o abuso. Y las primeras señales son las más importantes, para poder intervenir a tiempo.
🙄Cómo saber si tu hijo adolescente está en una relación tóxica
Una relación tóxica es aquella en la que domina una dinámica de actitudes dañinas. Hay que tener claro que, aunque aquí nos vamos a referir fundamentalmente a las relaciones de pareja, puede darse también dentro de una relación de amistad.
En relaciones heterosexuales, la toxicidad la puede ejercer cualquiera de las partes hacia la otra, aunque lo más habitual es que sea de él hacia ella y que se deba a un trasfondo machista. Esto es importante tenerlo en cuenta pues, como decíamos antes, no es raro que un noviazgo tóxico derive en violencia de género.
Algunas “pistas” para saber si la relación de tu adolescente es tóxica:
- Aislamiento. Tu adolescente se separa (sin que medie una discusión) de sus amistades anteriores, ya no le apetece quedar con esa gente ni dedicarse a las que eran sus aficiones favoritas.
- Dependencia. La dependencia emocional es un factor común en las relaciones tóxicas. Si te parece que tu hija adolescente, literalmente, “no puede vivir” sin que su pareja le escriba, le llame, le conteste, le dé su aprobación… No bajes la guardia.
- Disminución drástica en el rendimiento académico. Es verdad que en la adolescencia suele haber una cierta apatía por los estudios. Pero no estamos hablando de un “bache” sino de una desmotivación más profunda, de la que es muy complicado salir.
- Normalización de ciertos comentarios o actitudes violentos o machistas. Si a tu adolescente le parece normal, si lo justifica, que su pareja le mire el móvil, o que le menosprecie, o que le falte al respeto… Probablemente sea porque es lo que está viviendo en su día a día.
- Cambios de humor abruptos. Los cambios de humor son comunes en la adolescencia, pero si están combinados con otro o varios de los indicios anteriores y además hay una relación nueva (de amistad o de pareja), podría ser debido a esa nueva persona.
- Dependencia del móvil. Sí, pocos adolescentes no tienen dependencia del móvil. Hablamos de un cambio en este sentido, de que de pronto “se pase el día” en el móvil e incluso llegue a sentir ansiedad por mirarlo, y especialmente por comprobar si esa nueva persona de su vida le contesta, si aprueba sus publicaciones…
🤷♂️¿Por qué los adolescentes caen en relaciones tóxicas?
El problema no es que uno o dos adolescentes caigan en relaciones tóxicas. El problema es que es algo cada vez más frecuente, diríamos estructural, y solo la educación puede frenarlo. Las experiencias de la adolescencia son muy importantes para el cerebro en plena reconfiguración, lo estructuran, de manera que, si las primeras relaciones amorosas son tóxicas, es fácil que la tendencia sea continuarlas.
Decimos que solo puede frenarlo la educación porque porque el patrón de relación más abundante en las ficciones, los medios de comunicación, la publicidad… dirigidos a adolescentes es el de la relación tóxica y machista, y así se normaliza lo que no debería ser en ningún modo normal.
Esta normalización social es la causa principal de que los adolescentes establezcan relaciones tóxicas, pero hay otras:
- Presión: nuestra sociedad está creada para vivir en pareja (en pareja heterosexual, para más señas) y los adolescentes están deseando dejar atrás la infancia, así que buscan pareja antes incluso de estar preparados para tenerla.
- Inmadurez cerebral: el estadio de desarrollo cerebral de los adolescentes hace que muchas veces no sean capaces de pasar sus sentimientos por el tamiz de la razón: son seres esencialmente emocionales, que sienten intensamente, y en ocasiones les resulta difícil distinguir entre toxicidad y pasión, entre dependencia y amor.
- Baja autoestima, que es muy frecuente en la adolescencia, pues están intentando conocerse en medio de una tormenta de cambios difícil de afrontar. Esta baja autoestima hace que, en muchas ocasiones, el propio bienestar dependa de la aprobación y la valoración de los otros.
- Mitos del amor romántico. Como decíamos antes, la sociedad está configurada para vivir en pareja. Pero, además, como que el amor todo lo puede o que hay que sufrir por amor, ideas que los adolescentes pueden aceptar de forma acrítica.
- Estereotipos de género. Creencias, sumamente extendidas, como que la mujer debe aceptar el carácter del hombre, callarse y someterse, unidas a los mitos del amor romántico, son un verdadero caldo de cultivo para las relaciones tóxicas.
😨Creo que mi hijo adolescente está en una relación tóxica. ¿Cómo le ayudo?
Si con los datos que hemos ido aportando, crees que tu hijo o hija adolescente está en una relación tóxica (de amistad o de pareja), está claro que no has de dejarlo pasar, pero tampoco deberías caer en la tentación de mantener una charla acusadora o despectiva. Los adolescentes no atienden a razones cuando creen que vamos a leerles la cartilla.
Primero deberías valorar hasta qué punto te parece que tu adolescente te va a escuchar. Si vuestra relación no es muy fluida, quizá para este tema delicado prefieras delegar en otro adulto de su confianza, a quien creas que sí que va a hacer caso, o incluso en un profesional que sepa tratar el tema como merece.
Si decides tener la conversación, te damos algunos consejos:
- Escucha lo que tenga que decirte. Escucha de verdad, de manera abierta, sin juicios y sin interrumpir. Solo escuchándole le harás sentir que te importa, y que, de verdad, estás ahí para ayudar. Si no, va a sentir que lo único que pretendes es descalificar, y probablemente se cerrará.
- No le culpes, ni le amenaces. Los ultimátum, del tipo “si no dejas a ese chico, dejo de pagarte las clases de música”, no suelen funcionar. De hecho, suelen ser más bien desencadenantes de mentiras: te dirá que lo ha dejado, y luego se verá con él en secreto. Las mentiras de este tipo pueden ser muy, muy peligrosas, porque si la situación empeora, no sentirá confianza para decírtelo.
- Critica la actitud, no a la persona. Estás en tu derecho a pensar lo que quieras de esa persona tóxica, pero mejor no se lo digas a tu adolescente. Recuerda que los adolescentes valoran muchísimo su círculo de iguales y que suelen defender a sus amistades y parejas por encima de lo razonable. Mejor que “no me gusta esa persona”, di: “no me ha gustado su actitud”.
- No des tu opinión, indaga sus sentimientos. Más que decirle que te parece mal que su pareja controle su móvil, o que le haya hablado con un tono desagradable, pregúntale cómo se ha sentido en ese momento. Hazle saber que una persona que le quiere no debe hacerle sentir mal.
Y sobre todo, por encima de todas las cosas, riega siempre la semillita de la autoestima de tu adolescente. Como tú le quieras y le respetes hoy será la manera en que se querrá y respetará el día de mañana. Como tú le trates hoy será la manera en que se relacionará con otras personas.
Recuerda siempre que si le has enseñado a tu hijo o hija, mediante tu ejemplo, que no merece que nadie le trate mal, aprenderá a no dejarse tratar mal nunca. Y esa es la mejor vacuna contra el abuso de cualquier tipo.
Espero que este post te haya ayudado a comprender mejor cómo funcionan las relaciones tóxicas entre adolescentes. Si quieres seguir profundizando un poco más en la actualidad sexual de los adolescentes para poder guiar a tu hijo/a de la mejor manera posible, no te pierdas en taller «SEXOLESCENCIA Y PORNOGRAFÍA EN LA RED»
Dime, ¿has sido testigo o conoces alguna relación de este tipo? ¿Cómo crees tú que es la mejor forma de ayudar a un adolescente en esta situación ?
El peligro de la inmadurez
https://youtu.be/s5VhFyOSN4Y
2 comentarios. Dejar nuevo
Tengo una adolescente muy cercana que tiene una relación tóxica, muy tóxica, pero aunque ella lo reconoce en determinados momentos, en otros le es imposible déjalo. La amenaza mucho por redes sociales, está pasando un verdadero calvario, ella y su familia. A p dar de hacer pedido ayuda incluso en violencia de género, siempre terminan diciendo que como son menores….poco se puede hacer hasta que ella no decida dejarle, y eso es muy difícil porque la tiene completamente absorbida. La madre del chico de N cuestión ,sabe de ese maltrato y poco hace al respecto, lo encubre. Es un verdadero infierno.
Es una lástima que tengamos que llegar a esto… Gracias por compartirlo y hacerlo visible