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Diferencia entre consecuencias y castigos para educar a tu hijo.
Cuando se intenta educar en positivo, a veces es fácil confundir términos. Con los castigos y las consecuencias sucede mucho. Sabes que los castigos no funcionan en ninguna etapa, has oído hablar de las consecuencias, pero… Es un lío. ¿Cuál es la diferencia entre consecuencias y castigos?
En nuestra sociedad el castigo está, todavía, bastante normalizado, así que vamos a empezar por ahí. Te invito a viajar al pasado y a decirme cómo sentías, de adolescente, los castigos.
Probablemente te enfadabas. Lo sentías como una venganza. Y es que el castigo tiene algo de eso, de hacer sufrir a quien ha hecho sufrir. Por esta razón, el castigo te desconecta de tu adolescente y muchas veces termina reforzando la conducta, como un círculo vicioso.
Ante esto, algunos métodos educativos proponen alternativas al castigo.
Las consecuencias son una de esas alternativas; su objetivo no es, como en los castigos, reprimir la conducta inadecuada, sino modelar la correcta.
Pero la línea que separa el castigo de la consecuencia es, a veces, muy fina, y a menudo se emplea la palabra consecuencia cuando se debería decir castigo.
Aquí te damos algunas claves para distinguir castigos y consecuencias, y también algunos consejos que te sorprenderán.
❓Por qué castigar a tu adolescente no es educativo
Quien castiga cree que lo hace con fines educativos, pero la realidad es que el castigo suele responder a la necesidad adulta de conservar el control.
Por ello, el castigo tiene unas características y unas consecuencias que lo hacen muy desaconsejable como herramienta educativa.

Características de los castigos
Si partimos de estos ejemplos de castigo:
“Has suspendido tres, no sales de casa en todo el trimestre que viene”.
“Has llegado tarde a casa, mañana te quedas sin móvil”.
“Si me sigues hablando mal, te doy de baja de la clase de guitarra”.
Está claro que en el origen hay una conducta que es necesario modificar (suspender, llegar tarde, hablar mal). Sin embargo, el castigo es:
-
Desproporcionado
Esto se ve muy claramente en el primer ejemplo. ¿Quién aguanta un trimestre entero sin salir? Es más, ¿quién podría rendir adecuadamente en el trabajo o en los estudios sin tener momentos de ocio?
-
Injusto
El castigo suele ser un abuso de poder. Los padres y los hijos no están en la misma posición social, eso está claro, pero tanto unos como otros deben ser tratados con respeto; y, sin embargo, en el castigo hay muchas veces falta de respeto a las necesidades (por ejemplo, de ocio) del hijo.
-
Desajustado para la falta
¿Qué relación tiene el móvil con llegar tarde? ¿O la guitarra con hablar mal a los padres? Ninguna. Sin embargo, son castigos muy frecuentes. ¿Por qué? Porque el castigo, como venganza que es, busca “dar donde más duele”.
-
Improvisado
Esta es, con toda probabilidad, la característica fundamental del castigo: la improvisación. El castigo es una reacción, se hace en caliente y con el foco en quien castiga. Por eso tantas veces se castiga de forma desajustada y desproporcionada, porque se castiga en un arrebato, sin reflexionar.
Consecuencias de los castigos
Un castigo suele generar muchos sentimientos, y casi ninguno es (como se pretende) un arrepentimiento sincero o un deseo de modificar la conducta en el futuro.

Lo que el castigo provoca en tu adolescente es:
- Desconexión
El castigo provoca rabia y deseo de venganza, lo que genera una desconexión emocional con la persona que ha castigado.
- Necesidad de ocultación
Decíamos que el castigo no suele acabar con la conducta; pero para evitar el castigo, tu hijo adolescente va a tender a repetirla a escondidas o mintiéndome. Esto puede parecer banal, pero en el caso de actitudes peligrosas, como beber, podría tener consecuencias graves.
- Incremento de la conducta castigada
En ocasiones, y sobre todo en la adolescencia, los hijos aplican este principio, como una venganza: “ahora lo voy a hacer más, para que te fastidies”, lo que puede llevar a una nada recomendable espiral de castigos sin fin.
Qué es una consecuencia y cómo emplearlas con tu adolescente
Decíamos antes que la línea que separa un castigo de una consecuencia es muy fina, pues radica en la intención: mientras el castigo busca hacer daño, la consecuencia busca aprendizaje y (si es necesario y posible) reparación.
El castigo es una venganza; la consecuencia es lo que sucede, de manera más o menos natural, tras una falta.
Pero lo cierto es que, al final, la diferencia está en el tono emocional con el que se corrige la falta: en la actitud adulta, vaya.
Es decir, que es muy difícil salir de forma consciente de la espiral del castigo sin hacer mucho trabajo personal previo, teórico y práctico y, a ser posible, con compañía.
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✅Tipos de consecuencias
Conviene aclarar que cuando hablamos de consecuencias, en realidad estamos hablando de dos cosas diferentes.
1. Las consecuencias naturales
Son aquellas que se derivan de manera natural de una acción, sin intervención humana de ningún tipo. Si llueve y no te tapas, te mojas.
Las consecuencias naturales enseñan cómo funciona el mundo, no solo en sus leyes físicas sino también en las relaciones entre las personas: si le grito a un compañero de clase, este se enfadará.
Pero el problema de las consecuencias naturales es que no siempre es aceptable dejar a nuestros hijos adolescentes experimentar con ellas.
Hay algunas consecuencias demasiado peligrosas para que hagan este tipo de ensayo y error: nadie en su sano juicio dejaría a su hijo meterse en una pelea para que vea las consecuencias gritarle a alguien que parece peligroso, ni tampoco que se drogara para que viera que las drogas son malas.
En estos casos hay que intervenir con otro tipo de herramientas: las consecuencias lógicas son una de ellas.
2. Las consecuencias lógicas
Son aquellas intervenciones que se derivan de una acción. Se pueden confundir con los castigos porque, como decíamos, dependen mucho del tono emocional.
Para distinguir las consecuencias lógicas de los castigos se establece la regla de las cuatro r. Estas deben ser:
- Relacionadas
La característica fundamental de la consecuencia es que se relaciona de forma directa con la actitud incorrecta.
Si tu hijo adolescente ha suspendido tres asignaturas porque no es capaz de dejar el móvil cuando estudia, y se desconcentra, una consecuencia puede ser que deje el móvil en el salón cuando va a estudiar.
- Razonables
Una corrección, para que sea eficaz, ha de ser proporcional a la falta.
Siguiendo con el ejemplo anterior, retirar el móvil cuando se estudia parece razonable. Sin embargo, retirarlo durante toda la evaluación sería a todas luces desproporcionado.
- Respetuosas
Parte de la esencia del castigo es, a veces, la humillación. Sin embargo, las consecuencias buscan mantener la conexión.
Si, por ejemplo, tu hijo adolescente no lleva la ropa al cesto, una consecuencia sería que la ropa estaría sucia (y que tendría que lavarla). Obligarle a vestirse con ropa sucia sería una humillación.
- Reveladas y, si es posible, pactadas
En ocasiones no es posible, porque la conducta nos sorprende, pero siempre que se pueda, lo mejor es que las consecuencias se conozcan de antemano, o que se pacten. Para ello es fundamental saber poner límites y normas.
Por ejemplo, si cuando le das un móvil a tu hijo adolescente estableces que “solo se instalan aplicaciones con mi consentimiento” puedes fijar una consecuencia (“si no lo respetas, pongo el control parental”). De este modo, hay una expectativa clara en todo momento.
Del enfoque en consecuencias al enfoque en soluciones
Ahora que ya conoces la diferencia entre los castigos y las consecuencias, te voy a dar mi visión personal de este tema.
Pedagógicamente, nuestra generación viene de la costumbre de castigar, y por este motivo tenemos una tendencia a enfocarnos en corregir la conducta. En este sentido, en ocasiones, una consecuencia que se pone con toda la buena voluntad del mundo puede ser igual de inútil que un castigo.
El mayor reto sería salir de este enfoque orientado a la conducta y centrarnos en las soluciones.
Porque la realidad es que detrás de un adolescente que se porta mal hay un adolescente que sufre.
Si tu hijo ha suspendido tres, la clave para que esto no se repita no es quitarle el móvil, sino saber por qué.
¿Está “descolgado”? Quizá necesite apoyo.
¿No sabe estudiar? A lo mejor puedes echarle una mano.
¿No entiende la necesidad de ir a clase? Probablemente haya un trabajo de fondo que hacer para que encuentre sus motivaciones y objetivos en la vida.
Porque, al final, lo importante no es atajar la conducta negativa de tu adolescente, sino aquello que la está causando.
Dime, ¿cómo llevas tú el tema de los castigos, consecuencias y soluciones?

44 comentarios. Dejar nuevo
Excelente artículo. Gracias por compartir
Le gusta juntarse con amigos en casa. Bien. Amanecer con los platos lavados sin desorden. Si no es así, la consecuencia es no más juntadas con amigo en casa
Muy interesante ! Gracias
Me parece importantísimo esto que explicas, ya q estamos en una generación que hemos crecido en el castigo y queremos romper con eso. Me pasa que le doy la «chapa» para que entienda el porqué esa conducta es negativa y no sé si es productivo eso, pero estoy intentando crear la conciencia del porqué la de la consecuencia que ha traído su mala acción. Si ha roto mi confianza tendrá que volver a ganarla, creo q es muy importante porque eso es algo fundamental en la vida adulta. Muchas gracias x tu sabiduria
Muy interesante este artículo, la verdad que si que tenemos esa tradición de castigar porqué es lo que hemos aprendido,pero me alegra encontrar estos artículos y así poder cambiar mi conducta hacia mis hijos y no repetir los errores de nuestros padres. Muchas gracias!!
Excelente aclaración !!! Lo que me ha gustado es la simplicidad de la explicación y los ejemplos utilizados resultan clarificadores para el lector!!!
Muchas gracias!
Excelente! Gracias por tu generosidad y compartir tan valiosa información. Un saludo
Excelente artículo. Gracias.
Muchas gracias por el artículo, es muy interesante este punto de vista!
Muy interesante el artículo, muchas gracias
Pues lo llevo regular, sinceramente
Leer la teoria siempr te hace reflexionar, yo creo que hablamos de las consecuencias en casa, pero de las suyas. Otras veces las que me preocupan son las consecuencias de mis decisiones o malas acciones como entrar al trapo en discusiones y acaba hablando mal los fos.
Hola, la teoría la veo genial. Pero no veo como llevarlo a la práctica. No he llegado a ella en el círculo, porque voy algo atrasada, pero me cuesta hacerle entender conceptos como el orden, la puntualidad y el uso de las tecnologías. Sé que mi adolescente y yo diferimos en intereses y expectativas, pero cómo hacerle entender que soy pesada porque no se responsabiliza????
Muchas gracias!! Intentaremos ponerlo en práctica
Hola, la teoría la veo genial. Pero no veo como llevarlo a la práctica. Me cuesta hacerle entender conceptos como el orden, la puntualidad y el uso de las tecnologías. Sé que mi adolescente y yo diferimos en intereses y expectativas, pero cómo hacerle entender que soy pesada porque no se responsabiliza????
Excelente artículo, aunque que la Línea entre el castigo y la consecuencia es tan fina que podemos perder el rumbo.
Muy útil. Muchas gracias por acompañarnos en esta montaña rusa.
Muy interesante y logico en la práctica luego a mi me cuesta aplicarlo
Me cuesta aplicarlo
Muy buena información! Ahora intentar aplicarla que no es fácil!!
Gracias
Gracias por el consejo y la información lo voy a aplicar ya que estoy atravesando con un adolescente con reveldía y con videos juegos y desgastada de pedir cosas y q no las haga .
Intentaré hacer lo que aconsejas, personalmente, me es muy complejo, mi hija mayor tiene 16 años y le diagnosticaron depresión y transtorno limite de la personalidad, quiero hacerlo lo mejor posible, pero me es dificil confiar en ella, ya que se que bebera y consumirá cigarrillo, si la dejo salir de noche y ella por la medicación, no debe y tampoco puede hacerlo
Muy buena la explicación, pero a veces cómo padres no encontramos la forma de hacerlos entender las cosas
Gracias,muy reveldor
Perfectamente explicado!! Muchas gracias!! Pero a la hora de ponerlo en práctica me surgen bastantes dudas sobre la consecuencia a aplicar, con lo cual, si yo dudo no ayudo a mi adolescente…
Creo que hace falta entrenamiento, y sobre todo, tener muy claros cuales son los límites innegociables. Igual mi error es ese…
Nosotros pactamos las consecuencias y se intenta avisar para evitar esos sentimientos en nuestro hijo.
Pero el siempre dice que es lo mismo, consecuencia que castigo.
Gracias! Me lo guardo para leer y releer.. las veces que sean necesarias.
Excelente artículo, aunque he de confesar que no sé llevarlo a la práctica.
Ahora entiendo porque mi adolescente me dice que una consequencia es lo mismo que un castigo!! ♀️♀️Yo intentando poner consequencias y realmente le estoy castigando.
Muchas gracias por el articulo, ahora a ponerlo en práctica.
Me ha encantado. Gracias me será muy útil con mis hijos
Muy buen articulo, me ha gustado mucho
Muy interesante lo que explicas en este artículo lo llevaré a la práctica.
Bendiciones.
Muchas gracias por guiarnos es esta nueva etapa de la adolescencia de nuestros hijos, sin duda nunca es tarde de aprender y quitarnos la actitudes malas y arraigadas que teniamos en nuestra infancia para poder educar de manera positiva y con amor. Saludos!!
Muchísimas gracias, todo muy claro y bien explicado.
¡Muchas gracias por compartir y explicar tan sencillo! Ahora a ponerlo en práctica 🙂
Qué temazo!!!
Para mí ha sido todo un tema…desde que mis hijos pasan por la adolescencia ( 16 y 17) les alaraba que no son castigos si no que una consecuencia de sus acciones, pero tb caí en confundirme yo misma , era castigo o consecuencia?… Mil gracias por aclarar de manera muy sencilla y práctica la diferencia… Me has ayudado muchísimo en » intentar hacer y decir» con mis hijos. Te sigo fielmente.
Gracias
Saludos desde Chile
Gracias por la información Diana, en mi caso me es más fácil aplicarlo en mi hijo de 10 años que en mi hijo de 14.
Muchísimas gracias por la información! Es un momento complicado esto de la adolescencia.
Muy buen artículo
Muy interesante. Gracias
Un artículo super interesante, una manera clara y explícita de diferenciar castigo y consecuencia, siempre me ha tenido muy confundida y me costaba buscar consecuencias relacionadas con la falta , ahora entendiendo el fin me va a ser mucho más fácil, y los ejemplos son muy claros y reales … Gracias Diana , crezco como madre , gracias a ti
Excelente artículo, gracias
Excelente y muy claro. Gracias