Con las vacaciones y la relajación de las medidas COVID, empezamos a encontrarnos con los problemas clásicos de la adolescencia en verano: las fiestas y el consumo de alcohol y otras substancias. Y la verdad es que las estadísticas hablan por sí mismas: la edad de inicio de consumo de alcohol en España se sitúa en los 14 años, y cada vez está más generalizado el consumo binge drinking o atracón, es decir, el tomar cinco o más bebidas alcohólicas (cuatro para las mujeres) durante un periodo muy breve de tiempo (dos horas), con el objetivo de emborracharse. ¿Hay algo que, como padres o madres, podamos hacer para prevenir el consumo de alcohol en la adolescencia? Si quieres saber cómo reaccionar si has pillado a tu hijo adolescente borracho, te invito a seguir leyendo.
Índice del contenido
Beber es un hábito generalizado en la adolescencia
Lo primero, deberíamos asumir que beber es un hábito generalizado no solo en la adolescencia, sino en toda la sociedad.
Como madre o padre de adolescentes, es mejor que no te engañes: lo más probable es que tu adolescente, en algún momento, consuma alcohol, y eso no significa que vaya a sufrir alcoholismo. Recuerda que un porcentaje muy pequeño de personas pasa por adolescencias realmente problemáticas; el resto presentan un desarrollo habitual.
Pero lo cierto es que cuanto más joven comienza una persona a consumir alcohol, más alto es el riesgo de tener, en la juventud o en la edad adulta, problemas con la bebida: se ha encontrado que este riesgo es hasta cuatro veces mayor en adolescentes que comienzan a beber alcohol antes de los 15 años con respecto a jóvenes que se inician a los 20. El comenzar a beber pronto es, de hecho, un factor mucho más influyente en un posterior alcoholismo que el tiempo de abuso o los niveles de consumo.
Por otro lado, numerosos estudios señalan que el alcohol es una sustancia de entrada al consumo de otras drogas (en algunos se encuentra que casi la mitad de los jóvenes que consumen alcohol consumen también cannabis, y hasta el 5% otras drogas).
Es decir, que una cosa es aceptar que beberá en algún momento y otra no prestar atención a lo que sucede. Porque además, y contrariamente a lo que se creía hace unos 20 años, el alcohol afecta mucho más a las personas jóvenes.
Consecuencias de la bebida en adolescentes
El cerebro adolescente sano ha sido un gran desconocido durante muchísimo tiempo: se había hecho estudios sobre adolescentes con problemas, pero no sobre una población adolescente sana.
Esto ha cambiado en los últimos años, y a la par que avanzaba el conocimiento sobre las últimas fases de desarrollo del cerebro, se han ido conociendo los efectos que sobre él tiene el alcohol.
Estos estudios demuestran que, al estar el cerebro adolescente en pleno desarrollo, las consecuencias del alcohol en él pueden ser fatales. Las áreas cerebrales que sufren mayores cambios en la adolescencia son la corteza prefrontal y el hipocampo: son las últimas que maduran.
Lo que la mayoría de padres ignora sobre el consumo de alcohol en adolescentes es que el alcohol parece cebarse especialmente con una esas áreas que siguen desarrollándose en la adolescencia: la corteza prefrontal. Esta continúa evolucionando hasta la tercera década de vida, y maneja funciones cognitivas muy relevantes: planificación, toma de decisiones, control comportamental, memoria de trabajo y procesos de atención.
Beber grandes cantidades de alcohol de manera repetida (el antes nombrado bringe drinking) durante la adolescencia puede afectar a esas habilidades, causando diferentes niveles de daño cerebral: dificultades de aprendizaje, problemas de memoria espacial y de memoria a largo plazo. Los estudios muestran que esos daños persisten hasta la edad adulta.
Por otro lado, y puesto que el alcohol inhibe la actividad de la corteza prefrontal (encargada de la toma de decisiones), cuando se consume en grandes cantidades hay mayor probabilidad de caer en otros comportamientos de riesgo, como:
Conducción ebria
Conducir bajo los efectos del alcohol o ir en coche con alguien que lo está, es una de las principales causas de muerte en la juventud española.
La probabilidad de montarse en un coche con una persona ebria es mucho mayor para las personas que también lo están.
Prácticas sexuales de riesgo
Tener relaciones sexuales con una persona ebria puede considerarse abuso sexual, pues esta no ha podido dar su consentimiento de manera consciente. Esto es algo que debemos enseñar a nuestros jóvenes lo antes posible.
Por otro lado, el haber bebido aumenta la probabilidad de mantener relaciones sexuales sin protección, y en consecuencia de enfermedades de transmisión sexual o de embarazo no deseado.
Otras conductas
Si la adolescencia es, por definición, un periodo en el que se suelen infravalorar los riesgos, sumarle el alcohol puede tener consecuencias muy peligrosas, como meterse en peleas, sufrir ahogamientos y, en algunos casos, hasta autolesiones y suicidio.
¿Qué puedo hacer para proteger a mi adolescente?
Como hemos dicho antes, es muy difícil evitar que tu adolescente pruebe el alcohol. Hay que pensar, además, que como sociedad enviamos unos mensajes muy contradictorios: por un lado, queremos advertirles de los peligros del consumo excesivo de alcohol pero, por otro, este está presente en la mayoría de celebraciones y fiestas adultas.
Por eso, y porque los efectos del alcohol pasan rápido con respecto a los de otras drogas, la mayoría de adolescentes tiene la idea de que consumir cuatro o cinco bebidas no supone un problema.
Las políticas de sensibilización hacia el consumo excesivo de alcohol en la adolescencia se han centrado, hasta ahora (sin mucho éxito, por cierto), en sensibilizar negativamente; es decir, hablar de razones por las cuales no deberían consumir alcohol.
Sin embargo, hay algo que las personas que educamos debemos tener en cuenta, y desde ahí debe ayudar la prevención, y es el porqué. De esto hablamos con Gerard Ribé en el episodio 18 del podcast.
Y es que como él explicaba, el consumo no es sino un síntoma.
¿Por qué hay tantas personas jóvenes que necesitan evadirse del mundo consumiendo substancias?
¿Cómo podemos prevenir esto?
La respuesta no es sencilla, pero el hecho de que algunos estudios demuestren correlación entre el consumo excesivo de alcohol y la baja autoestima nos da una pista clara:
Fomentar la autoestima en la adolescencia (¡y antes!), escuchando (de verdad), recordando siempre que nuestros adolescentes nos necesitan aunque en ocasiones no lo parezca, acogiendo sus errores, no tomándonos el mal comportamiento como algo personal… Puede ser un buen comienzo, pues las personas con una sana autoestima son más capaces de decir no. Recuerda que hablamos de mejorar la autoestima en el capítulo 14 del podcast.
Otras líneas de actuación serían:
– Predicar con el ejemplo y ser moderados en nuestro consumo de alcohol.
– Dialogar, dialogar, dialogar. Estar siempre pendiente de cuándo pueden tener ganas de una conversación y aprovechando el momento.
– Fomentar actividades de ocio sano, mejor aún si son compartidas.
– Individualizar la educación al máximo aunque tengamos varios hijos. Es difícil, pero lo de “los he educado igual” puede ser un error.
Mi adolescente ha llegado a casa bebido, ¿qué hago?
Lo ideal sería haber tenido una charla antes de este momento, aprovechando un anuncio, una serie de la TV, una noticia… Lo que fuera, para tirar del hilo.
Pero en cualquier caso, mi primer consejo es: no hagas nada ahora.
Si tu adolescente ha llegado a casa mostrando claros síntomas de embriaguez, simplemente pídele que se vaya a la cama y retrasa la conversación. Cuando encuentres el momento adecuado, puedes:
- Preguntarle cuáles son los motivos por los que bebe.
- Desmentir mitos sobre el alcohol.
- Ayudarle a construir estrategias para sortear la presión del grupo.
Pero, sobre todo, pregúntate y pregúntale qué puedes hacer para que deje de sentir la necesidad de consumir de ese modo.
Teniendo en cuenta los hábitos sociales de la adolescencia actual, es muy posible que tu adolescente vuelva a beber. Te recomiendo que vigiles sin alarmarte, intentando ofrecer otras opciones de ocio, pero sin quitarle importancia tampoco, teniendo siempre en cuenta la vulnerabilidad de tu adolescente al alcohol.
Recuerda que, si crees que tu adolescente tiene un problema con el alcohol, puedes pedir ayuda en la FAD (Fundación de ayuda contra la drogadicción). No esperes a que se agrave para llamar.
¿Cómo manejas el tema del alcohol en tu familia? ¿Te supone un problema o existen límites claros que tu adolescente respeta? Me encantará leerte.
4 comentarios. Dejar nuevo
Hola Diana. En casa la norma de no beber esta clara. Le recordamos los daños que le puede causar y que es ilegal. Y aunque sé que lo ha probado, no ha venido nunca borracho. Intento reforzarle que es muy importante que aprenda a disfrutar sin beber. En casa el ejemplo es claro, porque yo soy abstemia y mi marido bebe cerveza sin alcohol pero es verdad que en reuniones familiares si que se bebe y ellos lo ven, asi que lo hemos hablado abiertamente que es verdad que es una contardiccion… en fin es dificil. Tengo un hijo de 15 y una hija de 10. Gracias por tu ayuda!!!!
Hola Irene, muchas gracias por tu testimonio. Seguro que inspira a otras mamás. Un saludo
Hola Diana, en casa hablo con mi hija sobre los efectos y lo que pasa y puede pasar. Tiene casi 15 años y se que hacen botellón de vez en cuando porque me lo cuenta.
Aunque le digo que no debe beber, entiendo que lo haga, y que también se puede divertir sin beber. Esto lo sabe y lo practica ya que no dispone de mucho dinero para gastar.
En nuestras charlas, le pregunto qué puede pasar si bebe alcohol, que le pasa a su cerebro, a su hígado.. lo miramos en Internet, le pregunto que pasa cuando alguien se emborracha, que riesgos hay y los verbaliza. y por último le digo que si bebe, (que no debe), que beba mucha agua y coma mucho.. y que si tiene algún problema que me llame.
He comprobado que sin juzgar demasiado.. ni dar la. típica charla de cuanto se sobre esto porque soy más mayor, es mejor y se interesa mucho más e interioriza las consecuencias.. pasando de ser típicas charlas que no escucha.
doy fe
un beso y gracias por tus contenidos
Hola Marta,
muchas gracias por comentar en el blog. Me alegra saber que habláis las cosas en casa sin entrar en juicios de valor. Un fuerte abrazo