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Lo que nunca te cuentan sobre las emociones de tu adolescente.
En los último 10 años, la neurociencia ha dado un salto titánico en el ámbito emocional. Sabemos, por ejemplo, que las emociones condicionan el sistema de aprendizaje de nuestros hijos, y que la concentración y la creatividad se ven aumentadas y están estrechamente ligadas a las emociones positivas. Y esto es, precisamente, lo que nunca te cuentan sobre las emociones de tu adolescente en los centros de enseñanza.
Desafortunadamente, estos descubrimientos no se tienen en cuenta a la hora de educar en las escuelas y centros de Secundaria. Bien sabemos que el currículum español da una mayor importancia al desarrollo de las inteligencias matemática, lingüística, musical, kinestésica, etc. Sin embargo, hay otras dos inteligencias básicas, según el psicólogo Howard Gardner, como la interpersonal y la intrapersonal, que no son tenidas en cuenta.
La primera consiste en la obtención de habilidades sociales, tales como comprensión, empatía, generosidad, cooperación… es decir, aquello que nos ayuda a relacionarnos con otras personas.
La inteligencia intrapersonal se refiere al conocimiento de uno mismo: qué me gusta, cómo pienso, cómo siento, qué me frustra, qué me alegra o qué me entristece… La conciencia de nuestras fortalezas y debilidades y el impacto que tienen sobre nosotros.
Según la ciencia, estos dos tipos de inteligencias son esenciales de adquirir ya que incluso nuestra salud va a depender de ello.
¿Sabías que una discusión o un estallido de ira de más de 30 minutos puede retrasar la curación de una enfermedad en 1 día entero?
La presión sanguínea se eleva, ralentiza las capacidades curativas, produce trastornos cardíacos, concentra una mayor cantidad de lípidos nocivos en la sangre…. ¿No crees que es momento de tomarse las cosas de otra manera?
Aquí te doy algunas soluciones para apaciguar las emociones:
1. Llorar reduce el estrés considerablemente. Es la forma más natural que tiene el cuerpo de autorregularse. Permite a tu adolescente llorar y hazlo tú también cada vez que lo necesites.
2. La gratitud aumenta los niveles de oxígeno en nuestro organismo. Los sentimientos de gratitud, recordar aquello por lo que estamos agradecidos acelera la curación y mejora el sistema inmunitario.
3. Enamorarse aumenta el factor de crecimiento nervioso a través de las hormonas que restauran el sistema nervioso y la mejora de memoria. Estar enamorado en la adolescencia es un regalo.
4. El humor y la risa elevan el flujo de betaendorfinas, y estas a su vez mejoran el estado de ánimo y estimula la producción de hormonas que preparan nuestras células.
Ahora que conoces la importancia de entender y atender tus emociones y las de tu adolescente, ¿no crees que va siendo hora de enseñarle cómo gestionarlas? Aceptar y etiquetar las emociones nos ayuda a regularlas.
Recuerda que lo que no se nombra, no existe.
Y si, además, tu adolescente es consciente de la influencia que las emociones tienen sobre la capacidad atencional, la memorización y la creatividad, será también capaz de mejorar su rendimiento académico.
¿Cómo es esto? Te preguntarás.
La neurociencia también ha demostrado que el proceso cognitivo (pensamientos, ideas, resolución de problemas, razonamiento, etc) está estrechamente relacionado con las emociones. ¿Recuerdas que hace unos años nos enseñaban a través del miedo, el castigo o las amenazas?
Pues esta idea del aprendizaje por obligación ha quedado definitivamente anulada por las nuevas investigaciones, que confirman que con alegría, curiosidad y entusiasmo. El cerebro de un adolescente responde mucho mejor al aprendizaje y, además, lo hace a largo plazo.
Así que, ahora que eres consciente de lo que nunca te cuentan sobre las emociones de tu adolescente, ¿tratarás de entender y resolver esos dilemas con las notas desde un punto de vista científico?
Puedes encontrar algunas ideas a través de refuerzo positivo en este enlace.
Si deseas profundizar algo más en este tema, aquí tienes un vídeo explicativo:
4 comentarios. Dejar nuevo
Qué difícil es todo esto en la práctica. Mi hijo no quiere nada conmigo, no quiere pasar tiempo con nosotros, porque quiero que piense en su futuro. Tiene gran cantidad de pájaros en la cabeza que como adultos vemos le van a llevar al desastre.
Lo único a lo que me aferro es que le hemos educado en el respeto, en la confianza en sí mismo, en valores positivos al din y al cabo y todo esto sea más poderoso y al final fluya y regrese a se r ese chico amable, despierto e inteligente que todos queremos. Sé que no todos van a estudiar ni ser ministros, yo quiero que no sea un nini.
Gracias por todo, porque me ayuda a tener confianza en mi.
Gracias por comentar, María Luisa. Me alegra saber que te ayudan de alguna manera estos posts. Ánimo y fuerza con tu adolescente. Un abrazo.
Lo difícil es enseñarles a gestionar las emociones, tanto es así que quizas lo mejor sea pedir apoyo de un especialista. Gracias por el artículo
En breve sacaré un artículo sobre cómo ayudarles con la gestión de emociones. ¡Estate atenta!