No soporto a mi hijo adolescente

No soporto a mi hijo adolescente, ¿es normal?

Habla una madre, una madre cualquiera de un adolescente cualquiera. Se sincera ante la audiencia del podcast. Su hijo se llama Marc, tiene 13 años y la madre dice que no le aguanta más. Que no soporta su actitud desafiante. Se siente culpable, pero está pensando muy seriamente en montar la tienda de campaña en el jardín y pedirle que “se mude” a ese espacio. La psicóloga del podcast mide bien sus palabras pero termina diciendo que “si el adolescente participa en la decisión, puede ser un gran aprendizaje de autonomía”.

Aunque no todos son estrictamente inaguantables y, por supuesto, ninguno es insoportable todo el tiempo, todos los adolescentes tienen las mismas necesidades; mejor dicho, una necesidad básica, fundamental: encontrarse a sí mismos, convertirse en personas independientes, separándose de su grupo familiar

Esta necesidad choca con la realidad en la que viven, pues ¿cómo van a ser autónomos si dependen de los padres? ¿Cómo van a tomar decisiones contrarias a las de su familia si luego duermen en la cama pagada por papá y mamá?

Eso, por un lado. Pero del lado de los padres se impone también una realidad difícil de vivir: nos resistimos a “dejar ir” al niño al que educamos con tanto amor y cuidado, a comprender que va a tener sus propias ideas, y a tomar sus propias decisiones y, en definitiva, que está creciendo y que no nos pertenece…

Y esta necesidad de los padres choca, también, con el hecho de que debemos seguir educándoles: ¿cómo dejarles tomar sus propias decisiones si estamos viendo “claramente” que se están equivocando? ¿Cómo aceptar que sus ideas no concuerden con las nuestras si viven bajo el techo que nosotros pagamos?

El círculo vicioso se genera aquí: no aguantas las ideas o actitudes de tu hijo adolescente pero te sientes culpable porque al fin y al cabo es tu hijo (y sientes que es obligatorio querer a los hijos todo el tiempo)…

No soporto a mi hijo adolescente
Tu adolescente no sabe quién es y necesita tu comprensión y tu apoyo en todas las etapas y momentos de su personalidad

Pero ¿por qué mi hijo adolescente es insoportable?

Decíamos que el problema viene del momento de desarrollo cerebral y social de tu hijo adolescente. ¿Y cuáles son las características de nuestros adolescentes que les hacen ser inaguantables a nuestros ojos? Pues curiosamente son las mismas que, digamos, les definen como adolescentes: 

Busca ser independiente

Ya lo hemos dicho: el “objetivo” de la adolescencia es la independencia: su cerebro está configurado para avanzar hacia la autonomía. Esta independencia se manifiesta de forma problemática, pues el adolescente no ignora que depende de sus padres para casi todo. Por eso insiste en tomar decisiones: la hora de llegada, el cuándo o de qué manera recoge su habitación, la ropa que lleva, etc.

Cuando el padre o la madre se “interponen” (con razón o sin ella) entre estas decisiones que quiere tomar y el adolescente, suele producirse una colisión de consecuencias más o menos catastróficas, que puede ir desde la mirada despectiva hasta cualquier muestra activa de enfado.

Está experimentando con su propia identidad

Hoy se viste de negro. Mañana con chándal. Al otro en camisa… Ayer era animalista. Antes de ayer, pacifista. Pasado mañana abrazará quizá otra causa, escuchará otra música, tendrá, a lo mejor, otras amistades y otras aficiones. 

No, no lo hace adrede para “marearte”, no tiene un plan predeterminado y, si se para a pensarlo, quizá lo entiende tan poco como tú, pero… Tu adolescente no sabe quién es y necesita tu comprensión y tu apoyo en todas las etapas y momentos de su personalidad, porque tu presencia ahí, apoyándole, es lo que más continuidad le da a su identidad.

Necesita probar los límites

Crecer significa siempre romper algunos límites, sean corporales o de otro tipo. Esto no quiere decir, en absoluto, que los adolescentes no necesiten límites; de hecho, no pocas veces los que prueban los límites están buscando, de forma consciente o inconsciente, ser contenidos, que se les mire

¿Recuerdas el famoso adagio de “quiéreme cuando menos lo merezca, que será cuando más lo necesite? Pues podríamos usarlo para definir a nuestros jóvenes: en el periodo adolescente, una de las maneras más comunes de mostrar la necesidad del adulto es, precisamente, desafiarle y rechazarle.

¿Es mi adolescente insoportable o es que no tengo paciencia?

Hay, como venimos diciendo, una parte “natural” en esas actitudes adolescentes que, como madres, no soportamos. Pero que sean naturales no significa ni que debamos aceptarlas todas, todo el tiempo, ni que tengan necesariamente que parecernos bien. Podemos sentir, y decir, que nuestros hijos adolescentes están insoportables, o que nos caen mal.

No. No es falta de paciencia. Hay algunas razones por las que no deberías sentirte culpable si tu hijo te parece inaguantable:

1. Tu objetivo es educar, no ser amiga de tu adolescente

A veces perdemos de vista lo fundamental, y nuestro objetivo, como madres o padres de adolescentes, es educarles. Eso implica reconocer y corregir actitudes que no vamos a dejar pasar. 

Evidentemente, queremos hacerlo desde la conexión y desde el respeto, pero comprender las razones por las que nuestro adolescente se enfada no significa que deba gustarnos que nos grite, ni que debamos permitirlo.

2. Los adolescentes tienden a estar más inaguantables en casa

Si tu hijo o hija adolescente está particularmente inaguantable, te recomendamos que observes cómo se comporta en otros ambientes: con sus amistades, con otros adultos, etc. La mayoría de las veces no es tan desafiante ni tan desagradable como en casa; si es el caso, tienes poco de que preocuparte. 

Un adolescente que es insoportable en casa pero no fuera no es un adolescente provocador: es una persona que se relaja y libera la tensión del día cuando se encuentra en un lugar seguro.

3. Las generaciones han avanzado siempre en la incomprensión

Nos guste o no, la adolescencia es una crisis, en el sentido de ‘cambio’, y todas las generaciones se edifican enfrentándose a los padres y siendo criticadas por estos. El mismo Sócrates dejó algunas reflexiones nada positivas sobre los jóvenes

Es normal: los jóvenes “salen al mundo” tratando de edificarlo de nuevo: le ven los fallos a nuestro sistema y quieren repararlos. La generación anterior se siente amenazada, y se defiende criticando a la juventud; es ley de vida.

Cómo actuar si tu adolescente es insoportable

Es duro constatar que tu hijo o hija adolescente está inaguantable contigo, pero eso no significa ni que hayas fracasado como madre, ni que debas aceptar la situación sin más.

Lo más importante es que mantengas la serenidad, y que evites caer en una decepción excesiva. Cierto, tu adolescente no es perfecto, y quizá no sea la persona que a ti te gustaría, pero ¿por qué habría de serlo? Y ¿quién dicta las normas de la perfección? 

¿Cómo empezar a soportar a un adolescente insoportable?

Lo más fácil es formarse sobre la adolescencia, tal y como hicimos cuando fuimos madres y padres primerizos. Para ello puedes comenzar por inscribirte en nuestro taller FAMILIDER, donde te daré las pautas necesarias para convertirte en el líder que tu familia necesita en casa.

Baja las expectativas

A menudo, inconscientemente, esperamos que nuestros hijos tengan comportamientos que no se corresponden con su nivel de desarrollo o a su personalidad.

Así que ten cuidado con tus expectativas. Recuerda que tu adolescente es una persona con su carácter, sus gustos, sus manías y sus limitaciones y que, si te decepciona, la responsabilidad está en tus expectativas, no en su comportamiento.

Confía en tu capacidad educativa

¿Tu adolescente te contesta mal o se va a su habitación con un portazo cuando le das un consejo? Bueno. Pero recuerda que te ha escuchado, que tu opinión siempre cuenta para él, aunque quiera demostrarte que no.

En esas temporadas en las que no puedas aguantar a tu adolescente, céntrate en ir sembrando ideas, opiniones, consejos… No lo va a reconocer, pero muchos terminarán dando fruto.

Separa comportamiento y persona

En educación es fundamental, para no perder la cabeza, tener siempre claro que lo que no nos gusta son los comportamientos, no las personas.

Tu adolescente es la misma niña a la que querías con amor incondicional, eso no ha cambiado. Lo que sí es diferente es su manera de actuar. Trata de mantener este discurso mental porque, de otro modo, te será muy difícil sobreponerte. 

Pregúntate por qué te enfada tanto el comportamiento de tu adolescente

Párate un segundo a reflexionar qué es exactamente eso que te enfada tanto de tu adolescente y por qué. Quizá está reproduciendo un comportamiento que tú no te permites, o puede que veas reflejada en él una característica de tu personalidad que no te gusta.

Atrévete a hacer este camino de introspección, aunque sea doloroso, porque solamente sabiendo por qué te parecen tan inaguantables algunas actitudes de tu adolescente podrás aprender a gestionarlas

No te exijas tanto en la maternidad

Ni aunque leas todos los libros y todos los blogs sobre maternidad, ni aunque estés perfectamente convencida de cómo tienes que hacer las cosas conseguirás que tu adolescente sea perfecto.

Recuerda: la madre que eres es una madre suficientemente buena. Por supuesto, tienes margen de mejora, pero eso no significa que no puedas sentirte satisfecha con lo que estás haciendo.

Cuéntanos, ¿sientes que, en ocasiones, tu adolescente está inaguantable? ¿Cómo gestionas esa frustración?

3 comentarios. Dejar nuevo

  • Separada con unas medidas provisionales a la espera del juicio. Mi hija de 13 cuando está conmigo y le pongo normas y límites, (casi siempre relacionados con el móvil y las faltas de respeto) amenaza con llamar a su padre para que venga a recogerla, como puedo gestionar esto?
    Con el padre no hay comunicación

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  • Con 19 años, cómo le llanaríq? Postadolescencia? Me desafía y en ocasiones pierdo los «papeles» aún me quejo y opino sobre el abuso de pantallas. He hecho trabajo personal, y a parte algunos talleres con Diana pero con 19 años me resulta muy difícil gestionarlo mejor, francamente.

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  • 12 años. Ayer era la mujer mas importante de su vida, hoy soy una pesada que mejor se debería ir de casa. Intento no enfadarme, gestionar los insultos y desprecios con respeto y educación, pero parece que le gusta salirse con la suya y ver qué me ha hecho daño.

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