Mi hijo me reprocha que no tiene padre

Mi hijo me reprocha que no tiene padre, ¿qué le digo?

En 1978 nacía Louise Brown, el primer bebé probeta. Más de cuarenta años después, hay en nuestra sociedad cada vez más madres que eligen serlo sin figura masculina, recurriendo a la ayuda de una clínica de fecundidad y a un donante.

Sin embargo, la fecundación in-vitro sigue siendo un tema tabú (también lo es para parejas con problemas de fertilidad) y, a pesar de que cada vez hay más modelos de familias, hay también una cierta resistencia social a aceptarlos; una resistencia que, especialmente en el caso de las madres solteras, carga de culpa a las mujeres, pues tiende a perpetuar la falsa idea de que un niño crece “peor” si lo hace fuera de una familia convencional.

Vamos a decirlo claramente: los estudios demuestran que el tipo de familia (monoparental, padres separados, tradicional, dos padres o madres…) no afecta al ajuste psicosocial de los hijos, es decir, que no tiene consecuencias sobre su salud mental. Pese a ello, es muy frecuente todavía que las familias diferentes se vean expuestas al juicio social y, por ello, se hagan muchas preguntas acerca de su propio modelo familiar.

Pero hay una pregunta que es exclusiva de las madres solteras por elección, y que suele inquietarles bastante: ¿qué hacer si mi hijo o hija me reprocha el no tener padre, el no ser como los demás?

En la adolescencia, esa época en la que lo social lo es todo, la pregunta es más inquietante que en otros momentos.

Pero la realidad es que, como en tantas otras cosas en la maternidad, la clave está en cuidar el vínculo, ser honestas y no tomarse los reproches (si los hay) como algo personal.

Mi hijo me reprocha que no tiene padre
Decidir ser madre soltera implica tener en cuenta muchas variables. Las más evidentes son las económicas y el saber que van a tener toda la carga en la crianza

La construcción del relato familiar en familias monoparentales

Hace décadas, las mujeres que querían hijos pero no tenían pareja debían conformase con no ser madres. Algunas llegaban a casarse solamente para tener descendencia, aceptando todos los problemas que esa decisión pudiera suponer. 

Hoy cada vez hay más mujeres que deciden tener un bebé sin pareja. Carecemos de datos oficiales, pero las clínicas de fertilidad afirman que aproximadamente un 10% de las mujeres que siguen procesos de fecundación in vitro lo hacen en solitario. 

Decidir ser madre soltera implica tener en cuenta muchas variables. Las más evidentes son las económicas y el saber que van a tener toda la carga en la crianza, pero el saber cómo afectará a los hijos el hecho de no tener padre no es una cuestión menor para ellas.

De hecho, la presidenta de la Asociación de Madres Solteras por Elección, Carolina de Dobrzynski, ha afirmado en una entrevista que el ¿cómo le digo a mi hijo que no tiene padre? es la pregunta que más le hacen las mujeres que deciden tener descendencia solas. Y es que la narrativa, la historia grupal, es fundamental en toda familia.

En la actualidad…

Lo que se puede observar, en estos tiempos en los que las configuraciones familiares van variando, es que las madres solteras están reivindicando un relato familiar en el que los hijos no tienen padre, aunque la madre pueda, en un momento dado, tener pareja.

Antes, cuando ser madre soltera todavía se asociaba al fracaso, o se miraba socialmente como vergonzoso, el relato se acercaba más a la ideología convencional de familia biparental; dicho de manera simplista, las madres solteras de hace unas décadas parecían buscar la aceptación social a través de una figura masculina cercana a la familia que ejercía, de algún modo, de “padre” de los hijos.

Este cambio en el relato es positivo para la salud mental de sus hijos. Por un lado, asume la evidencia científica de que los niños (y tampoco los adolescentes) no tienen ningún problema psicológico por no tener padre y, por otro, refleja la tendencia actual (también subrayada por los estudios) de que lo más natural es contarle al niño la realidad sobre su origen lo más pronto posible; antes, incluso, de que pregunten.

A pesar de este cambio en el relato familiar, las madres solteras por elección no ignoran que quizá sus hijos, en algún momento (que suele ser la adolescencia, pero también puede llegar antes), querrán ser iguales a sus semejantes. Y eso, en una sociedad en la que la familia biparental sigue siendo mayoritaria, puede terminar pasando por la reivindicación de la figura paterna.

Tu adolescente quizá esté enfadado, pero está bienMi hijo adolescente

La preocupación acerca de LA pregunta, entre las madres solteras, va variando con la edad, pero siempre existe. Así, si en la primera infancia hay algo de miedo a la reacción del entorno, y más adelante una cierta preocupación con respecto al nivel de detalle que debe darse en las respuestas, en la adolescencia cabe esperar algunos reproches y enfados referidos al hecho de no tener padre, y no ser igual que la mayoría de los compañeros.

Insistimos: los niveles de ajuste psicosocial de los hijos de madres solteras, de percepción del cariño por parte de la madre y de riesgo social son los mismos que los de otros adolescentes en una situación social similar. 

Esto significa que los hijos de las madres solteras crecen igual de bien que los demás. De hecho, algunos estudios parecen mostrar que el vínculo de los hijos de madres solteras con sus madres es algo mejor que la media, quizá por la mayor implicación de estas en la crianza.

Así que, recuerda: tu hijo adolescente está bien y, si tiene algún problema, estará más ligado a su propia personalidad o a su entorno que al hecho aislado de no tener padre. Quizá, si se enfada contigo por este tema es más bien que ha encontrado algo que reprocharte, algo que te hace reaccionar. 

Pero ten por seguro que, cuando los adolescentes atraviesan una fase de oposición, terminan encontrando razones para “odiar” a los padres, independientemente del tipo de familia en que estén creciendo.

¿Qué hacer si tu hijo te reprocha que no tiene padre?

Dicho esto, nos vamos a atrever a darte una pequeña guía para orientarte si tu adolescente se enfada contigo porque no tiene padre.

1. Ten en cuenta desde el principio que esto puede ocurrir

De la misma manera que sabes, ya desde su infancia, que quizá os peleéis por la hora de llegada, y lo has asumido de forma natural, sabiendo que “es lo que toca” a esta edad, ve haciéndote a la idea de que enfadarse contigo por no tener padre puede formar parte de su proceso de diferenciación (de separación de ti) y, si se mantiene dentro de unos límites, es perfectamente normal.

2. Procura que su enfado no te haga dudar de tu decisión

Muchas madres solteras de niños pequeños manifiestan que “es la mejor decisión que han tomado en sus vidas”. Y no sorprende, porque suele ser una decisión muy consciente, son bebés muy deseados, y así se lo hacen saber estas madres a sus hijos.

Que tu hijo adolescente se enfade contigo no debería hacerte dudar de la decisión que tomaste en su día. No le pidas perdón ni te disculpes por tu modelo familiar. Al fin y al cabo, como decíamos antes, la mayoría de los adolescentes encuentran excusas para enfadarse con sus padres…

3. Refuerza el vínculo

Lo más probable es que tu adolescente no esté enfadado contigo todo el tiempo, sin parar, así que aprovecha los momentos en los que está de buenas para reforzar el vínculo de la manera que más os guste: jugad a algo, id al cine, a la montaña o a cenar fuera… Cualquier cosa que os ayude a pasar un momento de conexión y buen humor.

4. Acepta su enfado con empatía

En última instancia, no puedes luchar contra un estado de ánimo. Si tu adolescente está enfadado, especialmente si tú tenías padre a su edad y te dice que “no puedes saber cómo se siente”, dile sencillamente que le entiendes. Que entiendes que le gustaría ser como sus amistades y tener un padre también.

5. Entiende que lo que te pide es alejarse de ti

Ten en cuenta que tu hijo, ahora que está en plena adolescencia, busca diferentes modelos con los que identificarse. Echa de menos tener un padre porque quiere un ejemplo distinto del tuyo, lo cual es perfectamente natural. Además, como imaginar es gratis, seguramente en su imaginario ese padre ficticio supliría todas tus carencias o defectos.

6. “Delega” en otras figuras

Como decíamos, tu adolescente busca otros modelos, así que quizá puedas delegar parte de tu trabajo en otras figuras de confianza que le ayuden a atravesar esta etapa; personas que le puedan aconsejar y acompañar en el difícil camino de convertirse en adulto, pero con una mirada diferente de la tuya. Probablemente sea un descanso tanto para ti como para él.

Cuéntanos, ¿eres madre soltera de un hijo adolescente? ¿Cómo vivís la relación?

AdolescenteZ de la A a la Z

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Rellena este campo
Rellena este campo
Por favor, introduce una dirección de correo electrónico válida.