Me siento fatal: mi hijo adolescente prefiere a su padre

Las madres. Los hijos (y las hijas) a cualquier edad suelen preferirlas. Quizá porque lo habitual es que pasen más tiempo con ellas. A lo mejor porque tienden a conectar más con la parte afectiva y emocional. O quizá porque, como especie, constituimos el apego primario con la madre. Estamos tan, tan acostumbradas a que nos prefieran que cuando eligen a su padre nos entran las dudas, la angustia. El “algo habré hecho mal”.

Pero no. Que una (o un) adolescente prefiera hoy a su padre, aunque hasta ayer no pudiera vivir sin su madre, es normal. Es, incluso, saludable.

La adolescencia es tiempo de cambios. Abandonar aficiones, emprender otras, dejar atrás algunas amistades de la infancia, conocer gente nueva y, a veces, cambiar una preferencia muy marcada hacia la madre por una hacia el padre son diferentes aspectos de esa misma realidad. 

Cuando un hijo te dice “no, prefiero hacer esto con papá” duele, claro. Pero hay mucho que puedes hacer para, sin interferir en su relación con su padre, seguir presente en la vida de tu adolescente, recordarle que estás ahí y que le quieres.

Mi hijo prefiere a su padre
Que prefiera a su padre es normal por varias razones que tienen que ver con el desarrollo cerebral adolescente

¿Por qué mi adolescente, de pronto, prefiere a su padre?

Antes de comenzar vamos a aclarar algo. Cada familia es diferente, pero podemos clasificar en dos a las que tienen este problema.

Por una parte están las familias en las que tanto la madre como el padre ejercen su función educativa. Es verdad que la carga doméstica, mental, cuidado de los hijos… recae más frecuentemente en la madre, pero hablamos de que ambos (vivan juntos o no) eduquen.

Y luego están las familias (nucleares o de padres separados) en las que uno de los dos progenitores es negligente. Esto, a veces, provoca preferencias marcadas en los hijos.

Sobre cómo no discutir con tu ex- por la educación de los hijos ya hablamos en otro post, y también sobre qué sucede cuando hay una separación y la preferencia por el padre, inesperadamente, se vuelve tan marcada que el hijo adolescente quiere irse a vivir con su padre.

La información de este artículo va destinada a familias (nucleares o no) en las que ambos progenitores se esfuerzan por realizar su tarea educativa.

Si ese es tu caso, te invitamos a que te calmes y que entones ese mantra, tan del gusto de Adolescencia positiva, que dice: Tranquila, esto también es normal.

Que prefiera a su padre es normal por varias razones que tienen que ver con el desarrollo cerebral adolescente:

La adolescencia es un momento de cambio

Si algo caracteriza a la adolescencia es eso: el cambio, la toma de riesgos, el no dar nada por sentado… Cambios que a veces duran muy  poco tiempo y otras se quedan como algo duradero, como parte de su personalidad. 

La preferencia por el padre puede ser fruto de esa necesidad de cambio: quizá quiere pasar más ratos a solas con él porque siente la necesidad de conocerlo mejor, desde otra óptica, la de su personalidad adolescente.

La adolescencia es una época de “salir”

En sentido literal y en sentido figurado, los adolescentes salen de casa.

No solo es que pasen mucho tiempo con sus amistades, que también: es que, para crecer, necesitan espacios diferentes, referentes nuevos.

Si hasta ahora se han llevado mejor con la madre, han pasado más tiempo con ella… Entonces la madre se asocia, inconscientemente, a ese espacio que ya conocen y que ahora rechazan. El padre, por su parte, representa aquello que conocen menos, y que ahora les atrae más.

De hecho, esta preferencia por el padre es común en la otra etapa de búsqueda de independencia, la llamada “crisis de los dos años”.

Ambas fases, con su pasión por de fuera, son parte indispensable de la construcción identitaria. 

Siente que le tratas como a un niño pequeño

En ocasiones, los adolescentes que han estado pasando más tiempo con la madre manifiestan que esta les trata “como a bebés”. Y es que las madres, probablemente por su rol más activo en la primera crianza, tienden a infantilizar más a los chicos y chicas.

Por eso es frecuente que, llegada la adolescencia, prefieran buscar la complicidad con la figura paterna, que suele seguir un patrón afectivo muy diferente al de la madre. 

Prefiere las actividades de ocio que propone su padre

No es un estereotipo, es un hecho ligado a la socialización de género: los hombres suelen tomar más riesgos, hacer más actividades que impliquen movimiento, salir fuera… 

En este sentido, no es extraño que los adolescentes, chicos y chicas, se sientan más cerca de los padres que de las madres, pues suelen sentirse atraídos por estos entretenimientos más activos.

Que prefiera a su padre no significa que no te quiera

El mayor miedo de las madres es que los hijos, cuando no nos prefieren, no nos necesiten, dejen de querernos.

Pero preferir no significa no querer, y tampoco no necesitar.

Así que conviene recordar que: 

1. No es una cuestión personalPadre e hija adolescente

Una frase que toda persona en contacto con adolescentes debería tatuarse en el brazo: “no te lo tomes como algo personal”. 

Y tampoco intentes racionalizarlo en exceso: la mayoría de las cosas que los adolescentes hacen no las saben explicar.

2. No has hecho nada mal

Salvo que hayas sido una madre negligente, tu hijo no está prefiriendo a su padre por nada que hayas hecho o dejado de hacer.

Piensa que los sistemas familiares evolucionan continuamente, según los padres e hijos van atravesando nuevas etapas, y esta nueva situación es parte de ello. 

3. Sigues siendo importante

Ya lo hemos dicho: preferir no es no necesitar, y tampoco no querer: tu adolescente sigue necesitando tu escucha y tu sostén, tanto como el de su padre. Sois personas diferentes, dais apoyo de diferente manera, y va a buscar vuestro apoyo de forma diferente.

4. Si se despega de ti es porque da tu afecto por seguro

Hay algo que ha quedado claro en los estudios: si los adolescentes son capaces de despegarse es porque antes han construido una relación de seguridad con la madre, pues sin seguridad no hay autonomía.

De hecho, lo problemático es lo contrario: el adolescente que se queda pegado a su madre.

Así que si es capaz de alejarse de ti, lo más probable es que sea indicio de un desarrollo saludable.

Qué hago si mi hijo adolescente prefiere a su padre

Si eres capaz de entender, sin tomártelo de forma personal, que tu adolescente ahora prefiere estar con su padre en situaciones en las que antes quería estar contigo, entonces sabrás lo que debes hacer: dar apoyo y presencia.

Y más concretamente, algunas acciones que puedes llevar a cabo son: 

Dile cómo te sientes

Si su rechazo hacia ti es muy fuerte, dile sin reproches que su actitud te hiere. No como manera de presionarle para que “te tenga en cuenta”, sino para que reflexione sobre el alcance de su actitud.

Arropa la relación con su padre

Si su padre y tú sois equipo en la educación de vuestro adolescente, deberíais actuar sin envidias entre vosotros: cuando prefiera hacer cosas con uno de los dos, el otro deberá sostener esa relación.

Si tu adolescente te ve feliz cuando ves que hace planes con su padre, aunque no te incluyan, entenderá que apruebas sus decisiones y, aunque parezca paradójico, se sentirá más cerca de ti.

Pídele que te haga partícipe

La mejor manera de que tu hijo adolescente te incluya en su vida es interesarte por ella. 

Cuando haga planes con su padre (salvo que estén hablando de asuntos íntimos que desea compartir solo con él), interésate por lo que hacen, dile que te enseñe las fotos, pregunta… 

Puedes incluso proponerles planes relacionados con aquello que comparten, aunque vayan sin ti: si ves anunciado un concierto, un partido importante… Díselo. 

Interésate por sus aficiones

Siempre deberías interesarte por lo que hace tu adolescente, aprender sobre ello, escucharle. Aunque detestes los videojuegos y te horrorice su música.

Cuando te interesas por tu adolescente, le das a entender que no estás ahí solamente para controlar y juzgar lo que hace, sino también para escuchar, apoyar y aconsejar. 

Y eso es, precisamente, lo que necesita de ti. 

Busca nuevos espacios de conexión

Piensa por un instante en esas amistades que tienes desde hace años. Quizá os conocisteis hacia los 20, después tuvisteis hijos que ahora son adolescentes… Y en estas etapas habéis ido haciendo planes diferentes.

Con tu adolescente pasa lo mismo. ¿O pensabas que seguiría queriendo ir a escuchar cuentacuentos con 15 años? 

Busca el momento y lugar de conexión que te está dando ahora. ¿Un ratito para un café? ¿Una conversación a la hora de la cena? Aprovéchalo de forma generosa, sin pedirle más. 

Recuerda, tu hijo adolescente te necesita, ahora como hace unos años. Te necesita de manera diferente, aunque te diga que no, y tu labor es seguir acompañándole en su desarrollo.

¿Tu adolescente prefiere a su padre? ¿Cómo llevas?

3 Comentarios. Dejar nuevo

  • Fue duro y a la vez reconfortante. Estoy pasando por eso como mamá uniparental. Me sentí culpable y con mucho resentimiento también. Ahora es como un momento para volver hacía mi. Necesito aprender a fortalecerme para estar presente sin juzgarla.

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  • Mi esposo y yo tenemos problemas de desde hace años y mis hijos han sufrido las consecuencias, yo soy la firme y el es el “bueno” mi hijo tiene 20 años y cuando le dije q me iba de la casa y porqué, dijo simplemente yo no me voy. Siempre fuimos muy unidos pero el eligió a su padre y se q me quiere pero ese desapego y falta de apoyo hacia mi, me hace sufrir muchísimo

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  • Muy útil muy buena la recomendación puede ser difícil, pero confiar! Gracias

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