Lucas era un estudiante normal, que iba aprobando sus asignaturas, pero el curso pasado sus notas empezaron a bajar. Sus padres, aconsejados por el tutor, decidieron no intervenir mucho, pero la cosa fue empeorando. Cada vez que sus padres le preguntan sobre el tema, Lucas responde que no sabe cómo empezar a estudiar. En lugar de buscar soluciones, se siente frustrado y opta por procrastinar, las fechas de entrega de los trabajos y de los exámenes se van acercando y, en el último momento, pide ayuda a sus padres, que terminan echándole una mano.
Así, sin darse cuenta, han entrado en un ciclo de tensión y ansiedad: Lucas se siente cada vez más incapaz, los padres ven que su dependencia aumenta y toda la familia siente malestar y frustración.
¿Tan raro es que un alumno que iba bien y que no ha descuidado los estudios, de repente no sepa estudiar?
No es tan raro: es un vicio del sistema educativo que algunos centros escolares no tratan de corregir de manera sistemática.
Y es que el sistema español (y otros), aunque está cambiando, se centra en contenidos, no en habilidades, de manera que los alumnos que no tienen dificultades de aprendizaje y que están en clase atentos y activos, mientras las materias no se complican mucho, suelen ir aprobando sin problemas. En este trayecto, algunos adquieren las competencias para aprender a estudiar solos y otros no.
De este modo, cuando el estudio se complica (a partir, aproximadamente de 3º de ESO), los que sí han aprendido a estudiar suelen seguir aprobando sin muchos problemas y los que no… Muchas veces tienen un bajón en sus resultados.
Si tu adolescente está en el mismo caso que Lucas, no desesperes. El cerebro adolescente es una máquina de aprender, y con un poquito de colaboración y paciencia por parte de todos, es posible revertir esta situación. Sigue leyendo para saber cómo.

Índice del contenido
¿Por qué los adolescentes no saben estudiar solos?
Para ayudar a Lucas y a otros adolescentes en situaciones similares, es fundamental entender las causas detrás de su dificultad para estudiar de manera autónoma.
Si sientes, desde ya, que para solucionar el problema de tu adolescente necesitas algo más que un artículo de blog, entonces apunta, porque está a punto de comenzar la nueva edición de uno de nuestros programas más exitosos: La brújula.
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Algunas de las razones por las que los adolescentes no saben estudiar son:
1. Falta de habilidades de autocontrol y planificación
Los adolescentes están en pleno desarrollo de sus funciones ejecutivas, como la planificación y la organización. En muchas ocasiones han cursado Primaria con mucho acompañamiento de sus padres, lo que hace más difícil que sean capaces de asumir su propia en sus estudios. Son capaces de estudiar solos, claro que sí, pero si se les suelta la mano de repente se van a sentir perdidos.
2. Distracciones digitales
Redes sociales, videojuegos, aplicaciones… La llamada de la tecnología es uno de los obstáculos más importantes a la hora de realizar cualquier tarea que suponga un esfuerzo. Las distracciones tecnológicas no solo interrumpen la concentración, sino que también fomentan la procrastinación, haciendo que los adolescentes eviten sus responsabilidades académicas.
3. Miedo al fracaso
Muchos adolescentes sienten un profundo miedo al fracaso, ya sea por expectativas externas (algunas familias presionan mucho en lo académico) o por su propia autopercepción (a veces, los chicos y chicas que han sacado muy buenas notas en Primaria sienten que las notas forman parte de su identidad, y se exigen mucho en ese sentido). Esta ansiedad puede llevar a la parálisis, haciendo que eviten incluso comenzar a estudiar por temor a no cumplir con esas expectativas, propias o ajenas.
4. Falta de motivación Intrínseca
La motivación es clave para el aprendizaje. Si los adolescentes no ven relevancia o valor en lo que estudian, es probable que no se sientan motivados a estudiar. Este desinterés puede hacer que el estudio se perciba como una obligación vacía, y no como un valor cultural o una oportunidad de crecimiento personal.
5. Estilo de aprendizaje desadaptado
Cada adolescente tiene su propio estilo de aprendizaje. Si el enfoque pedagógico utilizado en su centro escolar no se adapta a su manera de aprender, es probable que se frustren. Si a esto le unimos la falta de técnicas de estudio, en muchas ocasiones se genera el sentimiento de incapacidad para abordar el contenido de manera efectiva.
6. Ambiente familiar tenso
Cuando el ambiente familiar es excesivamente tenso, si los enfrentamientos y las presiones son excesivos, la capacidad del adolescente para concentrarse y estudiar puede verse afectada de forma negativa. Un adolescente que no se siente apoyado emocionalmente puede sentir grandes dificultades para estudiar.
7. Sobrecarga de tareas
En ocasiones, la cantidad de tareas escolares llega a ser abrumadora. Si a ello le sumamos las actividades extraescolares (y la vida social adolescente, tan importante), puede resultar en grandes dificultades para organizar su tiempo y priorizar adecuadamente.
8. Falta de autoconfianza
Cuando llegan las malas notas, muchos adolescentes ven muy dañada su autopercepción académica y comienzan a dudar de su capacidad para aprender y estudiar de forma independiente. Esta falta de confianza en sí mismos puede dificultar su motivación para intentar estudiar solos.
Cómo ayudar a tu hijo adolescente a estudiar de manera autónoma
Ahora que hemos identificado las causas de la dificultad para estudiar de manera independiente, es crucial ofrecer soluciones prácticas. A continuación, presentamos algunas estrategias que pueden ayudar a tu adolescente a estudiar solo:
Fomenta su autonomía de forma gradual
Es esencial permitir que tu hijo asuma responsabilidades en su proceso de estudio. Comienza con tareas pequeñas, como elegir el lugar y el momento para estudiar. A medida que se sienta más seguro, aumenta la complejidad de las tareas que le delegas. De esta manera vas a ayudarle a confiar en sus habilidades y a sentirse más capaz.
Establece un espacio de estudio eficaz
No nos cansaremos de repetirlo. Es crucial la creación de un ambiente de estudio cómodo y libre de distracciones. Un espacio destinado a estudiar puede ayudará a tu hijo a concentrarse y a asociar ese lugar con el aprendizaje. Asegúrate de que tenga todos los materiales necesarios a su alcance y que el entorno sea tranquilo y libre de distracciones (especialmente las tecnológicas).
Diseñad juntos un horario de estudio
Ayuda a tu hijo a establecer un horario de estudio que se adapte a su rutina diaria. Este horario debe dividir las sesiones de estudio en tiempos cortos (esto aumenta la concentración y disminuye la sensación de agobio) e incluir descansos, además de tener en cuenta sus otras actividades. La gestión del tiempo es una habilidad que le servirá a lo largo de toda su vida.
Fomenta la conexión con sus intereses y su proyecto de vida
Anima a tu adolescente a establecer un proyecto de vida basado en sus pasiones e intereses y a relacionar con ello lo que estudia. Si le interesa el cine, por ejemplo, puede investigar sobre la historia del cine en su clase de Historia. Esto no solo aumentará su motivación, sino que también hará que el aprendizaje sea más significativo. Un adolescente que tiene claro su proyecto de vida y los pasos que debe dar para llegar a ello es un adolescente motivado.
Promueve una mentalidad positiva hacia el error
Habla con tu hijo sobre la importancia de aprender de los errores. En lugar de ver el fracaso como un obstáculo, enséñale que es una oportunidad para crecer. Fomentar un entorno donde se sienta seguro para experimentar y equivocarse puede ayudar a reducir la ansiedad relacionada con el estudio y a aumentar su motivación.
Dale recursos y herramientas
Como decíamos, los centros escolares españoles no suelen enseñar a estudiar. Si es el caso del centro de tu adolescente, te recomendamos que lo hagas tú. Ofrece a tu hijo libros, aplicaciones educativas o cursos que le ayuden a comprender cómo funciona el cerebro aprendiz y cuál es su estilo personal de aprendizaje.
Céntrate en sus éxitos
Reflexiona con tu adolescente sobre lo que sí es capaz de hacer. Celebra sus éxitos, por pequeños que sean, y ayúdale a identificar sus fortalezas. Una mayor autoconfianza puede motivarlo a enfrentarse al estudio con una actitud más positiva.
Mantén abierta la comunicación, siempre
Mantén líneas de comunicación abiertas con tu hijo. Pregúntale sobre sus preocupaciones y dificultades. Escuchar sus inquietudes y validar sus sentimientos puede ayudar a construir una relación de confianza y apoyo en la que sienta que le valoras por lo que es, y no por sus resultados académicos.
Ayudar a un adolescente a aprender a estudiar solo es un proceso que requiere paciencia y comprensión. Pero si sois capaces de abordar las causas de su dificultad para estudiar y de implementar estrategias efectivas, tu adolescente podrá alcanzar la autonomía y la confianza en su capacidad para aprender.
Recuerda que el objetivo no es solo mejorar su rendimiento académico, sino también enseñarle habilidades valiosas que le servirán en su vida. Con el apoyo adecuado, tu hijo puede aprender a enfrentarse con éxito a sus estudios y a crecer como persona en ese camino.
1 comentario. Dejar nuevo
Todo está muy bien explicado y sé entiende, pero la mayor dificultad está en poder hablar de estos temas con ellos. Cómo todo lo saben y sí les sugieres algo estás presionando. Pues eso. Gracias