Si tienes un hijo adolescente despistado, haz esto

Si tienes un hijo adolescente despistado, haz esto.

Entra tu hijo adolescente por la puerta de casa, diciendo aquello de “mamá, te vas a enfadar, pero…” El pero de hoy es que tenía examen de Inglés y se había olvidado. O que se ha dejado el trabajo de Historia encima de la impresora y no lo ha podido entregar a tiempo… O ya, en un exceso, que se ha ido a la EvAU sin el DNI (sí, conocemos varios casos). Hoy, en este artículo, vamos a darte algunas pautas para tranquilizarte si tienes un hijo adolescente despistado.

No son todos, desde luego, pero hay un porcentaje relativamente alto de adolescentes que parecen incapaces de recordar las cosas más sencillas, y que no cambian aunque paguen una y otra vez sus despistes en diferentes ámbitos (familiar, social y, por supuesto, académico). 

Adolescentes despistados aunque no lo hayan sido de niños o, si lo han sido, ya con un nivel de desatención irritante, lo que resulta aún más incomprensible para las familias, que entendían que los despistes iban a mejorar con la edad.

¿Se puede “corregir” a una persona despistada? ¿Mejoran los despistes con la edad? ¿Es posible convivir con un adolescente que no se acuerda de lo más básico? Hoy avanzamos algunas respuestas.

Si tienes un hijo adolescente despistado, haz esto
Entre la falta de autonomía y el gran número de tareas, termina siendo normal que los adolescentes se olviden de algunas cosas

Las razones del despiste de tu adolescente

Algo que a veces no nos paramos a pensar, cuando se van al partido de baloncesto y se dejan la equipación en casa, es que nuestros adolescentes tienen muchas cosas en las que pensar. Se enfrentan a unos años de mayor exigencia académica, con más compromisos y de mayor envergadura, pero además tienen más tareas en casa, una explosión de compromisos sociales y las dichosas extraescolares, en parte impuestas por la sociedad (¿cómo vamos a dejar que su nivel de inglés sea solamente el de clase?) y, en parte, por su actividad social (“no puede” dejar el entrenamiento)… Y todo esto en un momento en que su cuerpo está en pleno crecimiento y necesita muchísima energía. 

Hay, por lo tanto, varias razones para que los adolescentes sean más despistados que otros grupos de edad: 

Un cerebro que todavía no ha desarrollado la corteza prefrontal

Todo este aumento de compromisos viene de la mano de un cerebro aún en desarrollo, con la corteza prefrontal sin terminar de configurarse y un sistema límbico ya a pleno rendimiento. 

El cerebro adolescente es, por esta razón, un cerebro emocional, y el estar de algún modo “sometido” a las emociones puede estar relacionado con los olvidos frecuentes. Es, dicho de otro modo, un cerebro que está esencialmente en el momento, y que aún no es capaz de proyectarse en la planificación.

Una atención a la recompensa inmediata

Otra vez el cerebro. Resulta que el adolescente está orientado a la recompensa inmediata, mucho más que el cerebro adulto. Eso interfiere con las actividades que requieren postergar la recompensa. No es que a tu hijo le dé igual sacar buena nota en el trabajo de Historia, es que seguramente en el momento en que tenía que meter el trabajo en la mochila estaba pensando en algo más inmediato. 

La falta de sueño

No todo va a ser culpa del cerebro. Sabemos perfectamente que los adolescentes tienen un desfase en su ciclo de sueño con respecto al de los adultos, que sienten sueño más tarde, y eso, unido a la necesidad de levantarse temprano por la exigencia escolar, redunda en una falta de sueño casi crónica.

Nadie ignora que la falta de sueño afecta a muchas funciones cerebrales, entre ellas la memoria. Así que, sí, muchos adolescentes olvidan las cosas por falta de sueño.

La mayor exigencia social

Decíamos antes que los adolescentes tienen una serie de exigencias sociales para las que a veces no están preparados, y en las que en ocasiones esperamos una autonomía de la que no son capaces solos, entre otras cosas porque no siempre hemos cultivado esta autonomía en su infancia. 

Y claro, entre la falta de autonomía que es en parte social y en parte cerebral y el gran número de tareas, termina siendo normal que los adolescentes se olviden de algunas cosas.

Y también, cómo no, las redes sociales

Insistimos mucho en el desarrollo inmaduro de la corteza prefrontal, pero lo cierto es que el mundo en que vivimos no ayuda. Si los adultos nos quedamos “enganchados” a las redes sociales, cómo no les va a suceder esto a los adolescentes, cuyo cerebro, decíamos, está programado para responder a la recompensa inmediata

AdolescenteZ de la A a la Z

¿Cómo sé si el despiste de mi adolescente es patológico?

Muchas familias con adolescentes despistados sienten la necesidad de saber si se trata sencillamente de un rasgo de su personalidad, o de su periodo de desarrollo, o si bien estamos hablando de un trastorno psicológico, como el temido TDAH. 

Hay algunas pistas “de andar por casa” que nos pueden indicar si estamos, o no, ante un problema: 

La más importante, como siempre que hablamos de patologías, es el grado de “incomodidad” que causen esos despistes de tu adolescente. No es lo mismo si se olvida del trabajo de Historia un día que si cada vez que tiene una entrega, un examen… sea incapaz de recordarlo. Tampoco es muy grave si un día sale de casa en pijama, siempre y cuando, en general, tenga autonomía suficiente para ocuparse suficientemente de sus cosas.

Otro indicativo importante es el tiempo que lleve durando la situación. Cualquier persona, de cualquier edad, puede tener un periodo de inatención (por ejemplo, en época de exámenes, cuando tienen la cabeza en otro sitio), pero si ese periodo empieza a ser muy largo (seis meses o más), ya puede empezar a ser un síntoma de un problema.

Evidentemente, no podemos “diagnosticar” a tu hijo con un simple artículo de blog, y si tienes una duda razonable, lo más inteligente es que vayas a consultar a un psicólogo.

¿Cómo ayudar a un adolescente olvidadizo?

Aunque hay investigaciones que sostienen que las personas despistadas son más inteligentes, lo cierto es que a nadie le gusta pensar que su hijo va a tener problemas toda la vida por sus despistes continuos… Pero seguramente no sea así. Salvo que medie una condición como el TDAH (que requiera ya una intervención de otro tipo), sabemos que es posible acompañar a tu adolescente para que “salga” de los despistes continuos y mejore su capacidad de atención. Para ello, te ofrecemos algunas pistas: 

1. RelativizaMadre paciencia

Sí, esta mañana has vuelto a tener que decirle que se olvidaba la mochila, o que estaba saliendo de casa con la parte de arriba del pijama en vez de la camiseta… Pero piensa que, en general, ser despistado no suele acarrear problemas graves. 

2. No le culpabilices

Hay una máxima que no debemos olvidar, en educación: tu hijo quiere cooperar. Quiere pertenecer, sentirse parte de la familia, tenerte contenta. Le importa tanto que su padre y su madre estén contentos que termina, de alguna manera, adoptando la personalidad que ellos le dicen que es la suya. Así que ten claro que tu adolescente no se olvida de las cosas a propósito o para fastidiarte. Lo hace porque, por alguna razón, no es capaz de recordarlas. 

3. Ayúdale a organizarse

Si tu hijo o hija está entrando en la adolescencia, si tiene entre 12 y 14 años, es el momento ideal para aprender las habilidades de organización. Recuerda que su cerebro está en plena transformación, que es una máquina de aprender (tanto lo bueno como lo malo). Si le enseñas una rutina sencilla (por ejemplo, sacar la agenda y apuntar las tareas, o pensar siempre, antes de salir, si lleva el abono de transporte) es más que posible que la adopte de por vida, incluso. Así que tira de “trucos” y ayúdale. Eso sí: estas rutinas han de venir una a una, para que pueda integrarlas mejor.

4. Hazle responsable de sus errores

Si se va al aeropuerto sin pasaporte merece la pena que te des una carrera para echarle una mano, pero déjale que tenga peor nota en ese trabajo de Historia, que no pueda jugar un partido porque no lleva el calzado… Para ser responsable de sus cosas, tu adolescente necesita tener conciencia de cuáles son sus responsabilidades. Si siempre hay alguien para sacarle del apuro, no terminará de asumir su parte. 

5. Confía en sus capacidades

A la vez que le enseñas rutinas y trucos para compensar su inatención, debes transmitirle toda tu confianza en sus capacidades. Puedes, por ejemplo, revisar la lista que ha preparado para su maleta, pero no comprobar, prenda por prenda, que efectivamente ha cogido seis pares de calcetines. Confía en que lo hará y en que, si no, una vez que llegue al campamento encontrará la manera de solventar su olvido. 

Y, sobre todo, confía en que un sueño suficiente, un entorno estructurado (con rutinas, límites y normas) y un poco de paciencia suelen ser las claves para superar la desmemoria adolescente

Cuéntanos, ¿tu adolescente es despistado? ¿Habéis conseguido la fórmula para ayudarle?

1 comentario. Dejar nuevo

  • Hola! Si, mi adolescente es despistado. Voy. A poner en práctica estos consejos que me parecen muy útiles. Gracias siempre!

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