Cuando gritas a tu hijo, es posible que consigas lo que deseas pero, ¿a qué precio?
¿Realmente quieres que tu hijo/a aprenda a escuchar solo cuando alguien le grita?
Seguramente te ves atrapado/a en un círculo vicioso de gritos y malas contestaciones y no sabes cómo pararlo.
Gracias a estos recursos de 30 días, tú puedes ser su mejor ejemplo de comunicación respetuosa.
Estos mails diarios se van a traducir en una transformación en la que vas a dejar a un lado la culpa por no saber hacerlo de otro modo con tu hijo.
Y tu hijo va a aprender a colaborar en casa de forma autónoma porque quiere y no por obligación o miedo a los castigos.
