3 claves para triunfar este años escolar 2024
Educación, Escuela, Motivación

3 claves para triunfar este año escolar 2025

3 claves para triunfar este año escolar 2025

Diciembre. Llegan los primeros boletines de notas y, con ellos, en algunos casos, las primeras decepciones. Cuando el primer trimestre no ha ido bien, se hace difícil imaginar que los siguientes puedan suponer otra cosa que un fracaso. Y, sin embargo, es posible darles la vuelta a los resultados y hacer que el curso escolar se convierta en un éxito.

Eso sí, con un matiz. Porque lo más difícil no es estudiar, sino todo lo demás: encontrar la motivación suficiente para ponerse a ello y mantenerlo en el tiempo y, además, ser capaz de hacerlo de forma autónoma, sin amenazas y sin recompensas extrínsecas. 

Porque los estudios no son sencillos para un adolescente. Suponen un trabajo a largo plazo (el tiempo de una evaluación es muy largo para el cerebro adolescente, que busca la recompensa inmediata), en asuntos que casi nunca les interesan (incluso si les atrae el contenido, es raro que se apasionen por la manera en que se trabaja en el aula) y a los que ven poca utilidad. 

Pero, como decíamos antes, es posible, si se tienen las herramientas adecuadas, conseguir que el curso escolar sea un éxito, aunque la primera evaluación parezca un fracaso.

Y, por paradójico que resulte, el primer paso en este camino es olvidarse de los resultados escolares y centrarse en la construcción del yo adolescente: en la persona que es y en aquella que quiere llegar a ser. En esta construcción hay tres piezas clave: el autoconocimiento, el propósito de vida y la autoestima.

Cuando las piezas de su personalidad encajen, sus acciones comenzarán a alinearse con sus objetivos y, dentro de este puzle, los resultados en los estudios mejorarán. 

claves para triunfar este año escolar 2024
La tarea más importante de la adolescencia es la construcción de la propia personalidad

El autoconocimiento en la adolescencia

Muchas veces hemos dicho en este blog que la tarea más importante de la adolescencia es la construcción de la propia personalidad. Esto parece obvio desde el punto de vista social (es la época en la que se elige qué se quiere ser, los estudios, la primera profesión…), pero tiene muchísima más relevancia en lo cerebral.

Porque la adolescencia, no nos cansaremos de repetirlo, es el momento en que se construye la personalidad, a través de una reforma integral en el cerebro. Y en la personalidad, nos recuerda José Antonio Marina, hay mucho de elección.

Por ello es fundamental el autoconocimiento; es, como si dijéramos, la medida que permite calibrarse, saber de dónde se parte y cómo trabajar para llegar a los propios objetivos. Conocerse a sí mismo permite, además, ser capaz de escoger la mejor manera de enfrentarse a los obstáculos de la vida y, por tanto, ser más autónomo. 

Al autoconocimiento se llega a través de preguntas trascendentales, por lo que a veces creemos que los adolescentes no están preparados. Y es cierto, a veces no lo están, pero aun así merece la pena que se vayan entrenando en esa reflexión.

Si no te sientes capaz de guiar a tu adolescente en la reflexión sobre sí mismo, echa un vistazo a nuestro programa La brújula, que ha abierto las puertas por última vez en este año. En él vamos a acompañar a tu adolescente en un trabajo de autodescubrimiento y motivación, para que encuentre su camino en esta vida.

Nuestro consejo es aprovechar los momentos tranquilos en familia (en las comidas, sobre todo, que suelen ser espacios bastante relajados; pero también en esos trayectos cortos en el coche, al instituto o a las extraescolares) para conversar sobre: 

Sus fortalezas e intereses:

¿Qué se le da bien, qué le gusta? Trata de reforzarle aquellas conductas o aptitudes en las que destaque, y también de ayudarle a explorar sus intereses (un libro, un taller corto sobre ese tema que le apasiona…).

Sus valores:

Fuera de un marco moral que viene dado por nuestros valores familiares, nuestros hijos le van a dar más importancia a unos asuntos que a otros (la honestidad, el respeto al medio ambiente, la justicia…). Los adolescentes suelen mostrar mucho sus valores a través de sus actos, pero el autoconocimiento va un paso más allá, pues implica el ser capaz de verbalizarlos claramente.

Las consecuencias de sus decisiones:

Decíamos que el autoconocimiento y la autonomía van de la mano. Por ello, es importante que nuestros adolescentes tengan cada vez más responsabilidades, más capacidad de elección (adaptada a su personalidad y a su nivel de desarrollo), lo que implica, también, la capacidad de enfrentarse a las consecuencias de una mala decisión.

La importancia del propósito de vida en la adolescencia

El autoconocimiento es esencial porque permite llegar al propósito de vida, esto es, a aquello que se va a convertir en la verdadera brújula de la existencia del adolescente (o adulto, claro): el propósito es más que una fortaleza, más que un valor y más que una pasión; sería, más bien, el factor común de todos ellos.

Nos gusta, siguiendo a los psicólogos estadounidenses Davon, Menon y Bronk, definir el propósito como la intención estable de realizar en la vida algo que es significativo tanto para el individuo como para la sociedad. No es necesariamente algo concreto, ni tiene por qué corresponderse con un oficio: se trata de un objetivo esencial, capaz de ordenar y dar sentido a las acciones de quien lo persigue.

Cuando no tienen un propósito, los adolescentes suelen sentirse desanimados, apáticos, poco comprometidos con la sociedad y, generalmente, los resultados escolares son peores porque son jóvenes que no ven sentido a lo que estudian. 

Una vez realizado el muy necesario trabajo de autoconocimiento, el propósito vital surge del cruce de las propias pasiones con alguna necesidad que se detecta en el mundo. No es sencillo, claro, pero los adolescentes tienden a ser idealistas, y una vez que se conocen y se aceptan, son muy capaces, si están debidamente acompañados y orientados, de encontrar ese propósito.

Aunque para este trabajo nos parece clave la ayuda profesional, hay algunas cosas que puedes hacer en casa:

Ayúdale a reflexionar, hablándole de tu propósito.

¿Qué es lo que te mueve a ti en la vida? ¿Cuándo lo supiste? ¿Cómo has trabajado para alinear con él tu estilo de vida?

Anímale a conocer a personas cuyos intereses se relacionen con los suyos.

Hablamos, claro, de personas que tengan un propósito claro en la vida: una apasionada de la ornitología que trabaja para la preservación de las rapaces, un profesor que se dedica a apoyar a las familias en riesgo social…

Busca recursos en tu entorno.

ONGs, asociaciones o empresas que persigan una causa que le interese a tu adolescente (la ecología, la difusión cultural…). Piensa que para dar el paso del ideal al propósito, es necesario que tu adolescente vea que es posible, realista, trabajar por ello.

Autoestima y adolescencia

Si el autoconocimiento permite dibujar el mapa y el propósito es la brújula que guía a tu adolescente, la autoestima va a ser la gasolina que le ayudará a no dejarse vencer por los obstáculos.

Sin autoestima, es complicado que el propósito se perfile en acciones concretas, pues en los momentos difíciles va a prevalecer el “no me ha salido porque no soy capaz” sobre el “¿cómo trazo un nuevo plan para conseguir este objetivo?”.

La autoestima adolescente es clave para su bienestar psicológico, y será un medidor de calidad de vida en la etapa adulta.

Pero es que la autoestima adolescente es más extrínseca que intrínseca; es decir, depende más de lo que hacen y dicen quienes le rodean que de su propia forma de ser. Por eso es esencial construirla desde muy pequeños y, si no lo has hecho todavía, comenzar lo antes posible.

¿Cómo ayudar a tu adolescente a construir una autoestima saludable?

Háblale de forma positiva.

La voz con la que tu adolescente se hablará cuando sea adulto es la tuya, hoy. Elógiale a menudo, observa cómo le hablas cuando se equivoca y trata de cambiar el foco para que comprenda que el problema no está en él, sino en sus actos (dile, por ejemplo: “me parece que debes ordenar tu cuarto”, en vez de: “eres un desastre”).

Ayúdale a rodearse de personas que le aprecien.

Hay amistades que son más de compromiso, de interés… Enséñale a tu adolescente que, si bien es bueno ser amable con todo el mundo, no necesita ser amigo de todos ni pasar tiempo con personas que no le valoran. Las amistades se eligen, y es mejor optar por aquellas que nos hacen sentir bien. 

Enséñale a marcarse metas que pueda conseguir.

Conseguir pequeños logros es mejor que marcarse objetivos muy difíciles y lejanos. Si tu adolescente quiere hacer más deporte, es más saludable que se proponga hacerlo una vez por semana que siete. Si consigue entrenar ese único día, seguro que se sentirá bien consigo mismo, y eso le animará a confiar en sus capacidades.

Podría seguir dándote claves que ayudarán a tu adolescente a triunfar este año escolar 2025, como es: saber sostener y gestionar las emociones de frustración, utilizar el miedo a su favor para conseguir los objetivos deseados, entrenar la capacidad atencional para evitar distracciones a la hora de estudiar, técnicas de estudio adaptadas a su metacognición, aprender a integrar hábitos de estudio de forma fácil y sencilla, mejorar su elocuencia y comunicación….

En Adolescencia positiva podemos darle esto y mucho más. Si quieres que acompañemos a tu adolescente desmotivado a encontrar su propósito e ilusionarse, entra ya en La brújula. Vamos a darle la vuelta a la tortilla juntos. Ellos te los cuentan en este vídeo:

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